Su gusto era que la luz de día iluminara su espacio, donde era cuidado por su grupo de sicarios, quienes tenían asolados a los pobladores de Palmarito Tochapan.
El UNIVERSAL ingresó a la casa de Gustavo Jiménez Martínez, “El Vieja”, identificado como operador de Roberto de los Santos de Jesús, “El Bukanas”, en esa localidad ubicada en el municipio de Quecholac.
Redacción
El inmueble tiene dos pisos, acabados de lujo; un lugar que contrasta con las otras casas de la zona que cuentan con techos de lámina.
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Los ventanales dan vista hacía la autopista, por la parte de enfrente se puede ver la calle que era custodiada por su grupo criminal, era el centro de operaciones de “El Vieja”.
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En el lugar se quedaron varios vehículos, los presuntos delincuentes huyeron ante el temor de que los habitantes que fueron a sacarlo.
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Se trasladaba en un Mustang con placas del Estado de México, una Grand Caravan también con placas de esa entidad.
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En la parte trasera del inmueble quedaron unas camionetas Ram, Toyota y Ford; ya no les dio tiempo de sacarlas.
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También hay una camioneta con bidones que aún tienen gasolina en su interior.
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No hay muebles, en el piso quedaron vidrios rotos recuerdo de la ocasión en que los habitantes apedrearon la casa para exigir que se fuera del pueblo.
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En el lugar donde estaba la sala hay un ventanal que da a la parte de atrás, desde éste se puede ver la autopista que va a Veracruz, punto del cual podía manipular el ducto de Pemex con sólo caminar en paralelo con la autopista y buscar el tubo.
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De acuerdo con los pobladores El Vieja operaba junto con Ruselbi Vargas Hernández El Ruso y es originario de Yehualtepec, pero El Bukanas lo puso en Palmarito para operar las tomas clandestinas de esa zona.
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Al igual que su jefe, El Vieja utiliza armas de grueso calibre como AK-47 además de equipo tipo miliar y chalecos antibalas.
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A los halcones los identifican los pobladores de Palmarito porque circulan en camionetas blindadas, aunque hasta el momento ya no lo han visto ni a “El Vieja”, ni a “El Ruso”, pero sus hombres siguen vigilando la casa.