La célula que se encargaba de los campamentos de adiestramiento en Tala y reclutaba con engaños a nuevos sicarios, obligándolos a integrarse a las filas del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) bajo amenaza de muerte para ellos y sus familias, es calificada como la más sanguinaria del grupo delictivo por la Fiscalía General del Estado