Sequía prende focos rojos en Baja California
En la tierra agrietada ha quedado un pequeño barco encallado y un muelle flotante. Aún están amarrados al tronco —de lo que fue un árbol— con una cuerda de nilón.
La gran presa que abastecía a la Península de Baja California, el estado más alejado del Distrito Federal, murió.
Redacción
Se pensaría que a ese suelo lo recubrieron con una capa de cemento y, ensamblaron mosaicos en forma de prismas. Figuras geométricas irregulares, donde los pies se hunden en sus grietas.
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Del agua que un día albergó la presa Emiliano López Zamora, sólo quedan charcos verdosos, imposibles de consumir hasta para los pájaros, que murieron y también han comenzado a fundirse con la tierra.
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En México es el único lugar con clima mediterráneo, solo llueve en invierno. Las repercusiones han sido devastadoras en sus cinco municipios.
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