Una carta firmada por Hugo Barragán Hermosillo, uno de los parientes y herederos del arquitecto Luis Barragán, en la que le cuenta a uno de sus primos que tanto la Casa Barragán como el vicepresidente de la Fundación de Arquitectura Tapatía Luis Barragán (FATLB), así como la galerista Pamela Echavarría, lo contactaron para proponerle “transformar un poco de cenizas del Tío Luis en un Diamante”, muestra que la Casa Barragán y su vicepresidente sí estaban al tanto de la propuesta de la artista estadounidense Jill Magid. Foto: Especial