El arzobispo de Yucatán , Gustavo Rodríguez Vega, pidió a los fieles yucatecos regresar a los templos para participar presencialmente de los oficios religiosos, observando de manera estricta todos los protocolos sanitarios y advirtió que no se vale ausentarse de esas ceremonias por la pandemia.
“Ya es tiempo de retornar a los templos
para participar presencialmente en la Eucaristía, ya que verla por televisión o por redes sociales no es un medio válido para cumplir con el precepto de participar todos los domingos y fiestas de guardar en la santa misa”, afirmó.
El Prelado declaró que para los ancianos y enfermos, las transmisiones virtuales de la Eucaristía son solamente un consuelo “porque realmente ellos no están obligados a asistir, pero no es válido faltar a misa con el pretexto de cuidarse, y luego andar paseando por todos lados, incluso hasta en vacaciones”, acotó.
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El arzobispo Rodríguez Vega lamentó que en el mundo todavía hay muchas personas sufriendo por la pandemia del coronavirus y que no pueden asistir a los servicios religiosos.
“Aquí mismo en Yucatán hay muchas comisarías y pequeñas comunidades a las que el sacerdote sólo puede visitar una vez al mes. Más aún, hay lugares en el mundo donde el sacerdote sólo puede acceder una o dos veces al año. Otros no tienen el hábito de frecuentar el Sacramento porque no han sido suficientemente evangelizados”, explicó.
No obstante, el arzobispo invitó a los católicos yucatecos a reproducir el ideal de la primitiva iglesia donde donde todo lo tenían en común, nadie guardaba con celo sus posesiones, sino que todo se repartía por igual entre todos y nadie pasaba necesidad.
¿México comunista?
Por otro lado, manifestó que “las experiencias de comunismo en el mundo han resultado un verdadero fracaso porque convertían en pobres a casi todos, frente a un Estado muy fuerte económicamente, y sobre todo una riqueza extrema en la élite política gobernante. Hoy en día hay muchos que tienen miedo de que en México nos estemos encaminando hacia aquellas experiencias fallidas”, advirtió.
Sin embargo, puntualizó, el Evangelio está mucho más allá de cualquier sistema político, económico o ideológico “porque si todos compartiéramos libremente, movidos por la fe y la caridad, no existiría ningún tipo de injusticia”, concluyó diciendo.
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