Huajuapan.— Pescadores de Huajuapan de León y otras localidades de la Mixteca piden auxilio para sobrevivir a la crisis de baja producción que atraviesan, pues desde que comenzó la temporada de lluvias el agua no ha caído en esa zona y el nivel de la presa de Yosocuta, que abastece a más de cinco municipios, continúa en descenso.
Manuel Agustín Guzmán Cisneros, quien se dedica a la pesca desde hace 25 años, suspira mientras habla de esta situación con EL UNIVERSAL. “Es la primera ocasión en mis 60 años que yo había visto [algo] así”, dice mientras las lágrimas le brotan ante la desesperación.
Con el bajo nivel de la presa Yosocuta, en San Francisco Yosocuta, la producción de peces como lobina negra, tilapia, mojarra de agallas azules y carpa ha disminuido considerablemente, problema que también pega a campesinos y pobladores.
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Día a día, el nivel de la presa baja, pues los ríos y arroyos que la alimentan no tienen agua.
Los pobladores dicen que es la primera vez que recuerdan que no llueve durante agosto. En algunos años, señalan, el periodo de estiaje se alargó hasta junio o mediados de julio, como ocurrió en 1982, “pero en una semana llovió todos los días y se llenó”, dice Enedino Guzmán, vecino de San Francisco Yosocuta.
Pese a que la estadística de la Conagua indica que el nivel de la presa es mayor a 50% de capacidad, los pobladores creen que podría tener menos agua por la cantidad de azolve, ya que desde que fue inaugurada, en 1970, no se le ha dado mantenimiento.
“La situación que estamos viviendo en estos momentos es muy crítica, no sólo para Yosocuta, sino todas las comunidades de los alrededores. Hay muchas personas que se abastecen de la presa para consumo y de riego”, señala Trinidad Cruz Guzmán, agente municipal de San Francisco Yosocuta.
Entre los municipios a los que la presa provee agua están Santo Domingo Tonalá, San Marcos Arteaga, San Jorge Nuchita y San Agustín Atenango.
También abastece a más de 35 mil personas, cerca de 65% de la población de Huajuapan de León, según las autoridades.
Pescadores piden auxilio
Son cerca de las 10 de la mañana y don Manuel sólo pudo sacar cinco peces de la presa y dos mojarras, que él cultiva en un pequeño estanque. En otros años, cuenta, en un buen día juntaba más de cinco kilos de mojarras.
Hace tres años comenzó a bajar la producción. “Aun con el agua arriba, la pesca comenzó a bajar de tres a cinco kilos al día. Antes de eso, pescábamos hasta 30 kilos al día (...) Ahora estamos peor y no vemos cómo hacerle porque de esto vivimos”.
Al mediodía, Simón Camacho apenas ha sacado seis pescados. Dice que en un día normal ya estaría acumulando cuatro kilos. “Ya llevamos mucho tiempo así. La pesca de por sí es variable; ahora por la sequía es mucho menos. Hay muchas ramas y, como puede ver, tenemos mucho cuidado al lanzar la red porque si no se rompe”.
“Antes de que comenzara la baja producción, alrededor de las 11 de la mañana ya había más de 15 lanchas trabajando. Para las dos de la tarde ya eran 100. A veces chocábamos de tantos que éramos”, recuerda el agente Trinidad Cruz, quien también se dedica a la pesca.
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Algunos pescadores optaron por el oficio de la albañilería, para ir subsistiendo; otros se dedican al campo.
“Al no haber lluvia, no haber agua, no hay cosecha, no hay producción. Por eso voy a juntar leña y con eso completo el día o a veces alguna gente me ofrece un trabajo en su casa, de limpieza o algo”, platica Manuel Guzmán junto a su lancha desgastada. Así mantiene a dos de sus hijos, que están en la universidad.
Por la baja producción, este pescador veterano construyó unos criaderos en la presa y otros afuera con sus propios recursos, pero con el bajo nivel de agua, no puede llenarlos.
“Tomé la decisión de hacer mi propio cultivo, pero mire cómo están los toneles. La compra de crías, la alimentación; son inversiones que hay que solventar, [lo que] me es imposible”.
Manuel Guzmán señala que al igual que el de decenas de pescadores, su equipo es obsoleto, por lo que piden apoyo en este rubro a los gobiernos.
“Queremos que nos apoyen con equipo de pesca; nuestra lancha está completamente en malas condiciones. Con equipo de pesca, con redes o para repararlas”, insiste un pescador.
Urge desazolve
“Cuando llueve mucho, toda la tierra se jala a la presa y por eso se ha llenado de lodo y desperdicio. Hacemos un llamado a las autoridades para que nos ayuden al desazolve”, suplica el agente Trinidad Cruz.
Manuel Agustín coincide con otros pescadores en que la baja producción de peces se debe al azolve y a la poca agua.
“El nivel está abajo y cuando tiramos la red se atora o se rompe con las ramas y troncos de árboles, entonces hay que comprar más; si está baja la pesca no da para comprar material”.
El agente municipal explica que es el pueblo el que hace dos o tres limpiezas al año.
“Como pescadores y como pueblo nos dedicamos a limpiar la presa, pero no tenemos equipo para hacer trabajos mayores”, dice Simón Camacho.
“No habíamos tenido el apoyo, hasta este año que el municipio de Huajuapan comenzó a hacerlo. En un tequio ayudaron los de Tonalá, pero antes, nada”, refiere Camacho.
En 2008, la 60 Legislatura del Congreso de la Unión turnó un punto de acuerdo para exhortar a la Conagua a realizar un diagnóstico técnico de la presa de San Francisco Yosocuta; hasta la fecha, las autoridades señalan que no se ha realizado.
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