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Villahermosa.— El día de ayer no fue como cualquier otro para los integrantes de la familia Fragoso Lozano. Desde las 08:00 horas llegaron a su negocio, Carnitas La Piedad, en esta ciudad, pero en lugar de atender a sus clientes comenzaron a preparar alimentos para apoyar a los damnificados de las inundaciones.
Rafael Fragoso preparó, junto con sus hermanas y trabajadores, más de 200 tortas de carnitas que fueron obsequiadas a los habitantes de colonias aledañas al río Grijalva, zonas que resultaron mayormente afectadas por el desbordamiento de ese cuerpo de agua.
“Yo llegué a Villahermosa hace varios años desde Puebla, allá no tenía trabajo y aquí hubo gente que me apoyó; ahora me toca a mí devolver ese favor”, explicó.
Él y sus compañeros de negocio llegaron alrededor de las 14:00 horas a la colonia Gaviotas, sector Armenia, una de las más afectadas, donde regalaron comida a personas que se formaron en una fila por más de tres horas, porque se esparció el rumor de que las autoridades locales podrían llegar para dar apoyos.
Los trabajadores del estado no llegaron, pero sí la camioneta de las Carnitas La Piedad con un cazo lleno de alimentos.
“Es muy triste lo que está pasando, muy complicado. A mí no me ha afectado el agua, pero sí he tenido familiares que han perdido camas, televisiones y muchas de sus pertenencias en esta clase de situaciones”, lamentó Rafael.
La preparación de carnitas es una tradición en los Fragoso Lozano, pues generaciones más viejas vendían esta misma clase de comida en el estado de Puebla, relata Rafael.
Ahora, los Fragoso Lozano llevan las carnitas a los damnificados de las inundaciones, quienes repiten constantemente una frase: “Estamos solos”, pues alegan que los apoyos del gobierno local se han quedado en los albergues temporales que se montaron dentro de escuelas y otros espacios, pero no se ayuda a las personas que decidieron no salir de su hogar por miedo a que haya robos y saqueos.
En esta población la desesperación es cada vez más evidente: el agua se les está acabando, no tienen comida y el dinero no importa porque no hay lugares abiertos donde comprar cosas.
Para tratar de aliviar la necesidad de esa gente, Rafael y su familia decidieron que, al menos, durante las siguientes dos semanas entregarán tortas. De igual forma, abrieron un centro de acopio en su negocio para que más personas donen cosas que podrían ser de utilidad.
El centro de acopio de los Fragoso Lozano también tuvo éxito. Poco a poco, los tabasqueños empezaron a mostrar su empatía por los efectos de las inundaciones, que hasta ayer por la tarde se seguían extendiendo en colonias periféricas de Villahermosa.
“Ni tuvimos tiempo de prepararnos, el agua se empezó a meter a las casas bien rápido y ya no pudimos comprar comida, y ya se nos está acabando”, afirmó Rosario Pérez, una de las personas afectadas por el desastre.
Ella ha vivido por 40 años en Villahermosa y comparte otras dificultades extra a las que se han enfrentado en los últimos días: la contaminación del agua del río Grijalva, la basura se está acumulando y los pies de los habitantes se han lesionado por caminar entre las inundaciones.
Rosario solicita que las autoridades instalen un centro de acopio cerca de las colonias aledañas al afluente, puesto que, de esa manera, podrían obtener todo lo que necesitan.
“Todos necesitamos apoyos, necesitamos un poquito de cada persona y también de las autoridades, espero que no nos dejen solos”, concluyó.