Culiacán.— En Sinaloa, la destrucción de los equipos de videovigilancia se volvió más sofisticada. Durante enero, 21 estructuras fueron derribadas con sopletes.
Los hechos ocurrieron en sectores habitacionales y en la carretera Culiacán-Navolato, informó Javier Villarreal, presidente de la Federación de Asociaciones y Colegios de Abogados de Sinaloa.
Señaló que estas acciones de la delincuencia dan la sensación de que se pretende evitar que se tenga vigilancia. Añadió que las autoridades de seguridad deben cambiar sus estrategias y proteger las instalaciones de este tipo de equipos, los cuales desde 2017 son blanco de ataques, destrucciones o desconexiones, por delincuentes.
El director del Centro de Comunicación, Cómputo y Control de Comando (C4i), Víctor Cisneros Díaz, detalló que durante el mes de enero, 21 postes recién instalados para reponer las estructuras dañadas o robadas fueron derribadas con sopletes por delincuentes. Esta nueva acción se registró en fraccionamientos del oriente de la ciudad, en la colonia Las Quintas y en la carretera Culiacán-Navolato.
Recordó que en diciembre pasado, a raíz de nuevos ataques a los sistemas de videovigilancia, en Culiacán y Mazatlán se determinó colocar sobre las estructuras sistemas de protección con alambres de púas. Con estos mecanismos, se intentó inhibir que delincuentes dotados de herramientas subieran a los postes a desconectar o destruir las cámaras.
El pasado lunes 21 de enero, ante miembros del Congreso del Estado, el secretario de Seguridad Pública de Sinaloa, Cristóbal Castañeda Camarillo, planteó la necesidad de que el robo o daños a los sistemas de videovigilancia sean tipificados como delitos de sabotaje.
Citó que en 2018, sólo seis personas fueron detenidas por robo o destrucción de estos equipos y sólo recibieron una sanción económica que no pasó de los 3 mil 500 pesos, por considerarse que no era delito grave.
Según el registro, entre abril de 2017 y diciembre de 2018, un total de 412 cámaras de videovigilancia han sido robadas en los municipios de Culiacán, Mazatlán y zona conurbada con Navolato. Los equipos que cuentan con un seguro de daños están en proceso de reposición, por lo que se levantan nuevas estructuras para su colocación.