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La llegada de una mujer a la presidencia de la República se tiene que celebrar, pero ser mujer no significa ser demócrata, autónoma o sorora, señaló la excandidata presidencial Xóchitl Gálvez durante su participación en el panel “Mujeres al mando” en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
Gálvez señaló que las mujeres en el poder deberían mandarse solas y no aceptar imposiciones, en ese sentido indicó que le gustaría ver las legisladoras de todos los partidos rebelándose contra sus grupos parlamentarios y exigiendo presupuesto para los programas y acciones que benefician a las mujeres, pues en el proyecto que se discute para 2025 no tiene perspectiva de género.
Como ejemplo, indicó que no se destinaron recursos suficientes para el Sistema Nacional de Cuidados y que el Centro de Identificación Humana sigue en el limbo, lo que significa que no se está pensando en las mujeres trabajadoras, en las que cuidan, en las que buscan.
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Por eso, dijo, no es cierto que “llegamos todas”, como lo dijo la presidenta Claudia Sheinbaum cuando asumió el cargo; Gálvez insistió que la justicia debe empezar por abajo y afirmó que en la discusión del presupuesto para el próximo año se verá de qué está hecha la mandataria federal.
También le recriminó la falta de sororidad hacia la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Piña, a quien le negó la posibilidad del diálogo, como el que ahora Sheinbaum pide al presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump.
Por su parte la politóloga Denise Desser consideró que la lucha de las feministas ha llevado a las mujeres a los más altos puestos de poder, pero dijo que no por ser mujer se es demócrata o se garantizan las mejores políticas públicas, pues “la crueldad también viste faldas”, dijo citando al la poeta Gioconda Belli.
Dresser insistió en que “hay mujeres tan desfachatadas como cualquier dictador” y aseguró que en México sobran los ejemplos de mujeres que traicionan a las mujeres.
Además, criticó la serie de reformas constitucionales aprobadas en cascada desde la llegada de la presidenta Claudia Sheinbaum y que en su opinión contribuyen a un proceso de desmantelamiento de la democracia en el país.
Indicó que de las mujeres en el poder esperaría que construyan con otras mujeres muros contra el patriarcado, no que apuntalen los designios de un hombre en la silla presidencial, que promuevan una “decencia colectiva en vez de la polarización destructiva”.
aov/cr
