Más Información
Secuestran y asesinan a delegado de Unión Regional Ganadera en Sinaloa; su cuerpo presenta huellas de tortura
Pifia ortográfica se cuela en transmisión del debate sobre CNDH; “Dictamen a discución” pasa desapercibido en Canal del Congreso
Trump designa a Elon Musk al frente del “Departamento de Eficiencia Gubernamental”; buscará eliminar regulaciones excesiva
Durango.— Carlos Galván Meyran, el piloto del vuelo 2431 de Aeroméxico que tuvo un accidente el pasado martes en Durango, fue trasladado en ambulancia aérea a la Ciudad de México, donde seguirá con su rehabilitación.
Lo anterior lo confirmó el gobernador José Rosas Aispuro Torres, quien además precisó que únicamente quedan cuatro personas internadas en el hospital San Jorge, de los 99 pasajeros y cuatro tripulantes que estaban a bordo de la aeronave Embraer 190.
La tarde de ayer, el piloto fue tras-ladado del Hospital General 450 a un hospital de la Ciudad de México, una vez que la evolución fue favorable y por solicitud de la familia —con la aprobación del cuerpo médico— para que continúe su atención hospitalaria y de rehabilitación física en su lugar de origen.
Según funcionarios del Hospital 450, Carlos Galván fue trasladado en compañía de su madre y otras tres personas, entre ellas su novia.
EL UNIVERSAL había informado que según el neurocirujano Jesús Grijalva, quien operó al piloto, éste había llegado sin sentir sus piernas ni poder moverlas debido a la fractura en la columna. A Carlos Galván lo operaron para alinearle la columna vertebral y fue necesario que le colocaran ocho tornillos además de dos barras.
Asimismo, el especialista había expresado que la evolución del piloto era “sorprendente”. “Las lesiones de ese tipo tardan en sanar para volver a funcionar”, explicó Jesús Grijalva, el pasado viernes.
Además de reportar el estado del piloto, la secretaria de Salud de Durango informó que los cuatro pasajeros siguen en un hospital privado en la capital del estado y la menor de ocho años que tenía quemaduras de primero y segundo grado se mantiene en un hospital de Chicago, en Estados Unidos, donde sigue en observación, pero fuera de peligro.