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TUXTLA GUTIÉRREZ, CHIS.- El comercio de empresas transnacionales retornó a los municipios de Frontera Comalapa y Motozintla como resultado de la recuperación del territorio que por más de 3 años se disputaron a sangre y fuego los Carteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación.
A causa de la violencia generada por los asesinatos los enfrentamientos, los bloqueos carreteros, los "levantones" y los cobros de piso, la actividad comercial se redujo y algunas empresas cerraron sus puertas.
El crimen organizado se extendió a las cabeceras municipales y comunidades de las regiones Sierra y Frontera y replegó los esfuerzos productivos de la diversidad comercial.
A tres meses de la aplicación de la estrategia de seguridad y combate al crimen organizado, con la llegada del gobierno de Oscar Eduardo Ramírez Aguilar, la tranquilidad empezó a retornar a Chiapas.
La Secretaría de Seguridad del Pueblo informó que este martes se reabrieron las tiendas de la cadena nacional Bodega Aurrera en Frontera Comalapa y Motozintla que fueron cerradas por la violencia , el miedo y el temor desatado por la delincuencia organizada.
La dependencia estatal de seguridad subrayó que con la coordinación y el esfuerzo de agentes de Fuerza de Reacción Inmediata Pakal y de la Policía Estatal Preventiva se proporcionó la seguridad necesaria para que las unidades de carga llegaran a las tiendas y se reabrieran.
Esta acción , afirmó, refleja el compromiso de la Secretaría de Seguridad del Pueblo con la seguridad y el bienestar de la ciudadanía, así como su determinación para combatir la delincuencia organizada y garantizar la paz y la tranquilidad en la región.
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