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Cuernavaca.- “En mi matrimonio viví una violencia muy fuerte durante dos años y no supe cómo reaccionar porque me daba miedo dejar a mi pareja. Llegó un día que dije: ¡basta!, pero me buscaba y después me seguía pegando hasta que decidí romper esas cadenas y lo dejé”, contó Patricia Suastegui.
Paty, de profesión enfermera auxiliar, es una de las asistentes a las clases de defensa personal que imparte la coach Lyah Sanz en el Ayuntamiento de Cuernavaca a solicitud del Instituto de la Mujer de Cuernavaca .
La directora del Instituto de la Mujer de Cuernavaca, Lorena Castillo, considera que los cursos son necesarios para tratar de alejar el miedo que pesa sobre las mujeres víctimas de violencia de pareja o intrafamiliar.
Actualmente, dice, hay más de 500 órdenes de protección de mujeres que quieren custodia, vigilancia, visita y presencia de las autoridades municipales para evitar situaciones mayores cuando denuncian a sus agresores en la capital del estado.
La mayoría de las mujeres con solicitudes de protección tienen entre 19 y 40 años de edad y se encuentran en las colonias de Ciudad Chapultepec, Chapultepec, Milpillas, La Barona, La Lagunilla, Santa María y Centro.
Castillo asegura que la cifra coincide con el número de mujeres que han solicitado apoyo sicológico y jurídico al Instituto de la Mujer de Cuernavaca por enfrentar episodios de violencia emocional y algunas veces agresión física, por eso piden protección.
El caso de Patricia Suastegui justifica el curso de defensa personal en el Ayuntamiento de Cuernavaca, porque su miedo, cuenta, le impedía dejar a su esposo que ejercía violencia física y psicológica sobre ella hasta que en una plática con sus amigas la animaron a tomar las clases.
“Mis compañeras me decían ‘tienes que salir de todo eso, tienes que aprender a defenderte y a no quedarte estática por miedo’. Yo decía que no tenía dinero para pagar una clase así y después me enteré de las clases en el Ayuntamiento y, además, es gratis”, contó.
En su segunda clase -refirió- aunque no ha aprendido todas las técnicas de defensa esta actividad le brinda mayor seguridad y confianza en sí misma.
Dijo que conoce el caso de una mujer que vive violencia doméstica y no se ha separado porque su esposo es tan agresivo que ni siquiera la deja respirar o asomarse a la ventana.
“Conocí a una amiga que siempre que iba a su casa me decía ‘no te puedo abrir, tengo mucho miedo porque va a llegar mi esposo’. Le decía ‘ábreme’ hasta que empecé a ver que la golpeaba y le dije que lo dejara, pero su esposo la estaba amenazando y a veces la golpeaba hasta en la calle. Sentía feo verla muy golpeada, pero ella sigue con ese miedo porque su esposo es muy agresivo”.
A las mujeres que viven alguna situación de violencia les dijo que se quiten el miedo y busquen ayuda.
Por su parte Lyah Sanz cuya trayectoria como entrenadora de defensa personal es de 13 años afirmó que a raíz de la pandemia de covid-19 la violencia doméstica se incrementó, por eso es importante que las mujeres aprendan algunas técnicas para sentirse seguras en su casa y en la calle.
Aseguró que es mucha la demanda de mujeres que quieren aprender a defenderse, incluso, algunas preguntan por movimientos específicos. Por ejemplo, cómo reaccionar cuando a una persona la toman por el cuello o la jalan de las muñecas.
Sin embargo, dijo que hacen falta más espacios públicos donde se puedan impartir estas clases de manera gratuita.
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afcl