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Sahuayo, Michoacán.- Hoy como ocurrió en el siglo XVI, los habitantes de esta población michoacana portan trajes de guerreros jaguares y águilas, así como otros distintos animales y hasta por 12 horas danzan en lo que representa una batalla entre el bien y el mal.
Son los famosos Tlahualiles, guerreros con máscaras y penachos, que dan vida a una tradición de gran arraigo en la cultura y la historia de Michoacán, afirmó el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla.
Esta es una de las fiestas que muestra la gran riqueza cultural y ancestral de la entidad, cada año, en este pueblo ubicado en el occidente de Michoacán, se realiza esta fiesta que se desarrolla del 16 de julio al 4 de agosto, donde alrededor de 3 mil 400 Tlahualiles salen a las calles como parte de las fiestas patronales en honor a Santiago Apóstol.
Hombres y mujeres, de diversas edades, desfilan este 30 de julio, así como el 2 y 4 de agosto, donde los turistas pueden apreciar esta magnífica tradición, porque la población porta trajes con rasgos prehispánicos y máscaras adornadas con plumas con una alta gama de colores.
Ramírez Bedolla expuso que esta manifestación cultural y religiosa fue introducida a Sahuayo, por la orden de los sacerdotes Franciscanos en la época de la Colonia y cada año, a través de una peregrinación donde se venera la imagen de Santiago Apóstol, los danzantes llamados Tlahualiles, que en la traducción del náhuatl significa guerrero ataviado, danzan escenificando el combate bélico-religioso de aquella época.
Con macana y espada “pelean” los guerreros danzantes contra “La mulita” (personificación de Santiago Apóstol). Al respecto, existe la interpretación de esta batalla como la lucha entre el bien y el mal, entre lo pagano y lo católico.
Actualmente hay más de 100 grupos de Tlahualiles en Sahuayo, donde las familias de la región continúan con esta tradición que al paso de los siglos sigue vigente como una de las riquezas que brinda Michoacán al mundo entero.
jf/cr