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Durango.— “¿Hubo muertos?”, preguntó Carlos Galván Meyran, el piloto del vuelo 2431 de Aeroméxico que se accidentó el martes en Durango, después de la operación de más de cinco horas a la que fue sometido para alinear su columna vertebral.

El neurocirujano Jesús Grijalva Flores, quien lo intervino, contó que Carlos Galván llegó sin sentir ni poder mover sus piernas debido a la fractura en la columna. “La parte de abajo en un lado, la parte de arriba del otro. En medio van los nervios que van a las extremidades”, describió.

Artemio Ortega Meza, director del Hospital 450, platicó que el piloto también llegó consciente luego del accidente, pero con mucho dolor. “Se quejaba bastante”, recordó.

En conferencia, el neurocirujano Jesús Grijalva relató que inmediatamente el paciente fue pasado a quirófano y se le colocaron ocho tornillos en la columna, cuatro de cada lado, además de dos barras y un cruce entre ellas. Asimismo, añadió que se descomprimió la parte donde la columna oprime los nervios.

Sin embargo, la evolución del piloto ha sido sorprendente, consideró el neurocirujano. “Regresé a verlo y me dice ‘doctor, mire, ya puedo mover los pies’. Es algo sorprendente porque las lesiones de ese tipo tardan en sanar para volver a funcionar”, narró.

“Mueve manos, pies y está en fase de recuperación franca, platica y hace pequeñas bromas. También pregunta sobre el accidente y si los pasajeros están bien”, comentó a EL UNIVERSAL Artemio Ortega Meza.

El director del Hospital 450 refirió que han podido platicar con él y se encuentra bien, además de que cuenta pequeñas bromas y anécdotas de su vida. “Nos contaba que a los 17 años ya pilotaba avionetas Cessna y que desde entonces decidió que quería ser piloto profesional”.

También informó que a Durango se trasladó la mamá del piloto pero desconoció si había más familiares con él. Asimismo refirió que por el tipo de accidente se le ha atendido también por el traumatismo sicológico.

En duda, volver a pilotar. Sobre si el piloto Carlos Galván podrá volver a pilotar un avión debido a la postura que conlleva su trabajo, el neurocirujano Jesús Grijalva no confirmó, pero se mantuvo reservado:

“La columna queda un poco rígida y es incómodo trabajar sentado, viajar es algo muy cansado. Pero el paciente es joven, tiene 31 años, y está fuerte, animoso. Eso ha ayudado a la recuperación”, expuso el médico.

Dijo que actualmente está estable y se encuentra en la unidad de cuidados intensivos. Sin embargo, también acotó que se desconoce qué secuelas vaya a tener el piloto, pero por lo pronto está asintomático y no se necesitará una segunda cirugía.

Además, detalló que ese tipo de operaciones y lesiones implica entre seis meses y un año de rehabilitación y se espera que para el sábado o domingo pueda ser trasladado en ambulancia aérea a la Ciudad de México para continuar su tratamiento.

10 siguen hospitalizados. El secretario de Salud estatal, Sergio González Romero, precisó que de las 103 personas entre pasajeros y tripulantes que estaban a bordo del avión Embraer 190, únicamente quedan 10 personas hospitalizadas, quienes según el secretario, egresarían en las siguientes 24 a 48 horas.

El funcionario comentó que en el caso de la menor de ocho años que resultó con quemaduras en 25% de su cuerpo, fue trasladada junto con su familia en una ambulancia aérea a la ciudad de Chicago, donde son residentes. Aclaró que no fue llevada a ningún hospital especializado y que se trató simplemente de un tema de comodidad para la familia.

Respecto a las sobrecargos Samantha Hernández y Brenda Zavala, el encargado de Salud en Durango dijo que también ya egresaron del hospital y que inclusive regresaron a la Ciudad de México. Las dos sólo resultaron policontundidas sin ninguna gravedad.

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