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Lerdo.— Caos y desorganización fue lo que reinó este viernes en los módulos de este municipio para el primer día de vacunación contra el Covid-19 de adultos mayores.
Clara Sánchez, de 64 años, fue la primera persona en ser vacunada en el Hospital General de la ciudad: desde las 20:00 horas de la noche del jueves, ella y su familia se formaron afuera.
Pernoctaron en el vehículo y hasta las 11:20 de la mañana del viernes pudo ser vacunada.
“No hemos almorzado. Nos decían que las vacunas no estaban descongeladas”, contó Clara Sánchez.
La señora Sánchez invitó al gobierno a que fuera más organizado porque consideró que no es justo que personas más grandes estén esperando toda la noche, cuando esto debió ser más ágil.
Sin embargo, se dijo afortunada de recibir la vacuna: “Me siento un poquito más segura, tranquila, pero todavía falta nuestra gente”, platicó cuando salió de recibir la inyección.
Por su parte, José Luis Olivas, de 74 años, llegó a las cuatro de la mañana y logró tener la ficha número 49. Pero a las 12:15 del mediodía, todavía quedaban 30 personas por delante. Aún así, don José Luis aseguró que vale la pena haber madrugado y dormido en la orilla de la carretera.
En la zona urbana de Lerdo, el tercer municipio más poblado del estado, se dispusieron también módulos en el Seguro Social y la clínica del ISSSTE.
Sin embargo, no fue requerido ningún folio de prerregistro, lo que ocasionó que los ciudadanos se volcaran a hacer filas.
A mediodía, después de horas en que la gente estuvo formada y ante la afluencia que superó el número de vacunas para ese día, trabajadores de Salud comenzaron a poner sillas para los adultos mayores que estaban parados.
Por ningún lado se podía detectar alguna fila y los dos toldos que colocaron estaban separados uno de otro. “¡52, 52!”, gritaba una señorita para llamar a la persona con ese papel, a que le realizaran un chequeo rápido.
Entre las filas estaba Sara, que trataba de buscar la forma de que su madre, una señora de 80 años diabética e hipertensa, fuera vacunada con mayor prontitud. Llegaron a las 7:30 de la mañana y alcanzaron el número 313. “No me gustaría tenerla aquí mucho tiempo. Deberían darle prioridad a personas como ella”, añadió.
Mientras tanto, ayer también hubo aglomeraciones y gente que se formó desde el viernes para recibir el biológico, pero sin el mismo desorden del primer día.