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El gobernador Jaime Rodríguez Calderón "El Bronco"
señaló que sólo si gana la presidencia de la República en las elecciones del primero de julio de 2018, renunciará a la gubernatura de Nuevo León, ya que se limitará a solicitar licencia una vez que consiga las firmas necesarias para ser aprobado como candidato independiente . Pero si es derrotado, analizará si regresa o no al gobierno estatal.
Asimismo, expresó que no sería inmoral dejar la gubernatura o incurrir en prácticas de “chapulineo” para buscar siempre que los ciudadanos le den “permiso”, lo que ocurriría si consigue reunir más de las 360 mil firmas de apoyo.
Reconoció que en la acción de gobierno ha perdido algo de apoyo, por eso necesita enfrentar adversarios más poderosos, y si los vence recuperará popularidad.
Las declaraciones las hizo después de encabezar, junto con autoridades federales, una ceremonia para la quema de estupefacientes que fueron asegurados en operativos que llevó a cabo la Procuraduría de Justicia de la entidad, con apoyo de la Sedena y la Marina.
Ahí, Rodríguez Calderón confirmó su “destape” para buscar la presidencia de la República, el que horas antes había anticipado en una entrevista radiofónica.
Expresó que el sábado acudirá ante el INE a dar su aviso de intención. “Yo les dije que estaba tanteando el agua a los camotes, los camotes están cocidos… no están quemados, todavía estamos en ese proceso”, dijo.
“El Bronco” agregó que batalló para tomar la decisión y aprovechará esta oportunidad para “hacer un referéndum en Nuevo León”. Dijo que le gusta mucho la idea al ver cuatro encuestas de diversos medios donde todas dicen “que la gente no votaría por mí”.
“Yo quiero salir a la calle, preguntarle a la gente, si deciden darme permiso; yo quiero ir por más de 500 mil firmas en Nuevo León, y eso le va a dar en la cabeza a estos periódicos, porque las encuestas nunca han sido ciertas”, declaró.
Rodríguez Calderón expresó que a diferencia de él, que consultará con los ciudadanos del estado, en los partidos políticos sólo cuenta la opinión de los dirigentes, y en el caso de Andrés Manuel López Obrador, “no le pregunta ni a su espejo”.
afcl
