Villahermosa.— El exgobernador de Tabasco Arturo Núñez Jiménez deberá responder por un desvío de 3 mil 490 millones de pesos detectados por el Órgano Superior de Fiscalización (OSF) en la Cuenta Pública de 2018, que fue su último año de gobierno, donde incluso se propone al Congreso no avalar este ejercicio presupuestal.
El titular del OSF, Alejandro Álvarez González, entregó a los legisladores locales 66 cuadernillos con 8 mil 507 folios y un informe general de 60 folios más, que contienen observaciones al manejo de recursos del año pasado, donde detalló que se realizaron 38 auditorías financieras, 17 de obras públicas y dos de desempeño administrativo.
Según el titular del OSF, Arturo Núñez Jiménez no cumplió con la normatividad para ejercer los recursos del estado en 2018, por lo que ahora corresponderá a los legisladores locales determinar las acciones a seguir.
El OSF señaló en el dictamen entregado al Congreso local que en las observaciones recurrentes de las auditorías que se realizaron encontraron: afectación al erario; desfase entre resultados esperados y obtenidos, así como discrecionalidad en la toma de decisiones.
Además, información financiera-contable incorrecta o insuficiente; elevada rotación de personal en el ámbito estatal y municipal, principalmente durante los cambios de administración; incumplimiento de metas y objetivos de fondos, programas o políticas públicas.
Entre los sectores que tuvieron más observaciones se encuentra el de salud, donde el OSF precisó que los 125 millones de pesos que le entregaron a la secretaría y que eran parte de un préstamo que se otorgó para invertir en seguridad pública fueron mal utilizados.