Guadalajara.— La falta de estrategia del gobierno federal para brindar apoyo a los migrantes que transitan por el país y la poca ayuda brindada por el gobierno estatal obligó a cerrar sus puertas al Refugio Casa del Migrante en Tlaquepaque, el único que brindaba atención a las caravanas de centroamericanos que pasan en su camino a Estados Unidos.

Alberto Ruiz, párroco y encargado del albergue, señaló que ordinariamente el refugio que —que funciona sólo con donativos de la gente, de otras parroquias y de la organización Caritas— recibe entre 20 y 30 personas por día y se les da estancia por tres días, por lo que se acumulan de 60 a 80 personas, pero con la llegada de las caravanas pueden llegar de 80 a 120 por día y se alcanzan a juntar hasta mil 200 durante la estancia.

“Estamos ante una realidad que está rebasando nuestras capacidades de atención, hemos atendido caravanas durante tres años, pero ya no podremos seguir recibiéndolas”, señaló el párroco, quien explicó que para albergar a tantas personas, además de las instalaciones del refugio se habilita el auditorio de la parroquia, que prácticamente está ocupado a diario y no se puede usar ya para las actividades propias de la parroquia, como la liturgia y el catecismo.

Ayer, aproximadamente 600 migrantes arribaron al municipio de La Piedad, Michoacán, provenientes del vecino estado de Guanajuato, reportaron autoridades locales.

A bordo de tráileres y camiones de carga, los 584 centroamericanos ingresaron después del mediodía a ese municipio michoacano ubicado a 174 kilómetros de la capital del estado.

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