Oaxaca.— El alto consumo de bebidas azucaradas en la región del Istmo de Tehuantepec ha propiciado que Oaxaca se convierta en el tercer estado del país con el mayor consumo de refresco, de acuerdo con datos del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt).
La dependencia estima que Chiapas es el estado donde se consume mayor cantidad de refresco por persona, con 821.25 litros cada año; seguido de Tabasco, con más de 300 litros por persona, y luego Oaxaca, entre 250 y 300 litros al año. También figuran Veracruz, Campeche, Yucatán, Quintana Roo, Guerrero, Hidalgo y Puebla.
El consumo de este tipo de bebidas y de la comida chatarra influyó para que el Centro Calpulli, a partir de la pandemia del Covid-19 en el año 2020, intensificara una campaña denominada Oaxaca sin chatarra, en la que promueven una alimentación saludable y en la que han denunciado los daños a la salud causados por los alimentos procesados y las bebidas azucaradas.
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Marcos Mejía Pérez, del Comité de Niñas, Niños y Adolescentes por sus Derechos (Connad), asegura que Oaxaca es la tercera entidad del país con mayor porcentaje de población infantil y adolescente con carencias en relación con el acceso a la alimentación sana y nutritiva, servicios de salud y vivienda, y la primera con mayor obesidad infantil.
En Oaxaca, uno de cada cuatro niños y adolescentes vive con obesidad infantil, 50% desarrollará diabetes en la vida adulta y su esperanza de vida se reducirá cuatro años frente a la de sus cuidadores, mencionó.
“Es decir, vivirá gran parte de su vida con alguna enfermedad que podría prevenirse; para las personas adultas, unas 300 mil viven con diabetes en nuestro estado”, explicó.
Recordó que Oaxaca ocupa uno de los primeros 10 lugares de los estados con mayores muertes por diabetes, que se han acentuado sobre todo en la población rural, posicionándose además como la segunda entidad con mayor tasa de obesidad entre adultos, y primera de obesidad infantil.
Datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2022 indican que Oaxaca es uno de los estados del Pacífico sur con mayor incidencia de sobrepeso en la población infantil. El 27.7% de las personas adolescentes, de entre 12 y 19 años, presentan un peso poco saludable. En 2022 se registraron 390 millones de menores de edad con sobrepeso a nivel mundial. De esta cifra, México suma 37.3% de escolares, y 41.1% de adolescentes con sobrepeso u obesidad, cifras que han aumentado de manera constante desde 1999.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), 41 millones de menores de cinco años tenían sobrepeso o eran obesos, y 340 millones de niños y adolescentes —de cinco a 19 años— presentaban la misma condición.
Bebida preferida
Cerca de las 2 de la tarde, los invitados llegan a la fiesta con un cartón de cerveza. La celebración se desarrolla en San Francisco Ixhuatán, una población de la región del Istmo de Tehuantepec.
Pero de la misma manera en que la cerveza fluye entre los invitados, decenas de paquetes de refrescos de cola y sabores se distribuyen de manera continua para acompañar la comida y botanas que se ofrecen durante la celebración, también para sofocar el calor intenso y húmedo de la tarde. El refresco de cola es la bebida preferida entre los habitantes de San Francisco Ixhuatán para ofrecer durante sus celebraciones; también es la principal bebida de consumo diario.
En la casa de Carlos, por ejemplo, diariamente compran una botella de tres litros de refresco de cola para la hora de la comida, y la cual tiene un costo de 55 pesos. A veces, revela, el consumo es mayor si hay invitados o si compran algo para la cena. Su familia está integrada por cinco personas, y entre todos consumen al menos 21 litros a la semana de refresco de cola, 84 litros cada mes, es decir mil ocho litros cada año.
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En la entidad oaxaqueña se calcula que una persona consume entre 250 y 300 litros al año. La estimación coincide con el consumo de refresco en la familia de Carlos, donde cada uno de sus integrantes bebe al menos 200 litros por año, sólo por las comidas en familia.
Nuevo impuesto
El Paquete Económico para el año 2026 presentado por el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum prevé un incremento al impuesto a las bebidas azucaradas. Se plantea aumentar el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a 3.08 pesos por litro, incluyendo aquellas que utilizan endulzantes no calóricos.
La presidenta aseguró que esta medida no tiene fines recaudatorios o incrementar la recaudación de impuestos del gobierno federal, sino destinar esos recursos para atender enfermedades relacionadas con el consumo de estos productos.
Carlos reconoce que comprar refrescos diariamente es “un gasto hormiga” que impacta en la economía de su familia, y estima que gasta más de 300 pesos a la semana en comprar este tipo de bebidas. Aun así, considera que es más barato comprar un refresco que preparar bebidas de frutas naturales, porque estas son muy caras, así como el costo del azúcar.
Reconoce que incrementar el impuesto a las bebidas azucaradas afectará sus ingresos.
Felipe Sánchez Rodríguez, director general del Centro Calpulli, calificó como positivo la medida de incrementar los impuestos a los refrescos y que la captación de esos recursos se utilice para “reglamentar y cuidar la salud de los mexicanos”, porque reconoce que somos el país que más consume refrescos en el mundo.
Sin embargo, sostiene que el incremento debería ser mayor, como lo sugiere o recomienda la OMS. Este organismo, señala, ha recomendado que el impuesto a los refrescos y bebidas azucaradas debe ser de siete pesos por litro.
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“La problemática está impactando fuertemente desde hace varios años a la población mexicana, y se nota también en los altos índices de obesidad que se ve tanto en niñas, niños y adolescentes como también en las personas adultas. Varias de las personas adultas que ya tienen años consumiendo bebidas azucaradas, principalmente refrescos, sufren de diabetes”, menciona.
Hay opciones más económicas que refresco
El director general del Centro Calpulli, Felipe Sánchez, desestima las afirmaciones respecto a que es más barato comprar un refresco de tres litros que preparar una bebida a base de frutas naturales, en todo caso, dice, se debe consumir agua pura sin azúcar o edulcorantes.
“En las diferentes regiones hay frutas o verduras, como pepino, mango y piña, que se producen en las diferentes regiones de Oaxaca. Frutas que muchas veces están tiradas bajo los árboles y que no se necesitan comprar para hacer agua; más que una fruta cara, están las frutas de temporada que son más accesibles. También está la avena, el arroz, el agua de jamaica o, simple y sencillamente, tomar agua pura”, dice.
Lo que llama la atención, advierte, es que siempre que se desea tomar algo deba tener azúcar o algún saborizante. Opina que esto sucede porque desde bebés ha acostumbrado al paladar a consumir azúcar.
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“Ya nos acostumbraron de esa forma, entonces cuando vamos creciendo, lógico que vamos a seguir buscando las bebidas azucaradas, y dicen que el azúcar es como una droga también, que genera ciertas reacciones en nuestro cuerpo, en nuestro organismo y por lo cual vamos a seguir buscando ese tipo de bebidas”, concluye.