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oaxaca@eluniversal.com.mx
La biblioteca Fray Francisco de Burgoa de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), fundada en 1827, fue incluida en el Registro de la Memoria del Mundo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés).
En conferencia de prensa, la directora del recinto cultural, María Isabel Grañén Porrúa, detalló que la distinción fue notificada a través de una carta firmada por la presidenta del Comité Mexicano de la Memoria Mundial de la Unesco, Catalina Block Gershel.
“De acuerdo con la recomendación de los expertos que revisaron la propuesta presentada, decidió incluir a la biblioteca Fray Francisco de Burgoa de la UABJO en el Registro Memoria del Mundo de México Unesco”, cita la misiva.
El documento que acredita el reconocimiento será entregado el próximo 4 de marzo en la capilla del Palacio de Minería en la Ciudad de México.
El recinto fue fundado en 1827 como la primera biblioteca pública del estado de Oaxaca y la primera establecida en México. Resguarda alrededor de 40 mil ejemplares; un importante número de volúmenes, conformado por incunables (libros impresos durante el Siglo XV).
El acervo se constituye de libros que pertenecieron a los conventos de la época de la Colonia, por lo que es posible formarse una idea de las lecturas que hacían los religiosos que habitaron las tierras de los oaxaqueños: dominicos, franciscanos, agustinos, jesuitas, carmelitas, betlemitas y mercedarios, que pertenecieron a los conventos de Oaxaca.
La mayoría de los libros provienen del fondo bibliográfico de los dominicos, quienes interesados en su formación, tuvieron bibliotecas en sus diferentes conventos. La mayor parte llegó a Veracruz desde el viejo continente y de ahí a Oaxaca.
Los libros son de contenidos religiosos, políticos, de historia, geografía, medicina, arte, entre otros. Las obras que conforman el acervo se encuentran en diversas lenguas como latín, francés, castellano y alemán así como zapoteco, mixteco, mixe y náhuatl.
El pintor juchiteco Francisco Toledo solicitó permiso a las autoridades para difundir la colección de libros de la biblioteca en el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca en octubre de 1993.
Durante la curaduría se halló una Doctrina cristiana en lengua mixteca, impresa en México en 1586; un manuscrito original de fray Bartolomé de las Casas, libros con encuadernaciones maravillosas, dignas de una biblioteca de un ex presidente de México, como la de Benito Juárez. Los hallazgos permitieron al artista iniciar el inventario de al menos 23 mil ejemplares que inició en enero de 1994.
“Con el pasar de los años, el acervo se ha incrementado con la donación de familias oaxaqueñas que han puesto en las mejores manos sus preciados libros y archivos hemerográficos. Por ejemplo, aquí se encuentra el legado de Jorge Fernando Iturribarría y el Fondo Manuel Brioso y Candiani”, señala la página oficial de la biblioteca.
Las actividades culturales de la Biblioteca Francisco de Burgoa” se complementan con exposiciones temáticas temporales, visitas guiadas, asesoría en trabajos de investigación y atención en búsquedas bibliográficas. En su taller especializado, también ofrece restauración de materiales bibliográficos e históricos.