Chilpancingo.- En la comunidad de Chautipan, en la Sierra de Chilpancingo, los niños pasaron más de dos meses sin clases porque sus profesores dejaron de ir en octubre, hasta que se reanudaron esta semana.
Son 26 los niños y niñas de preescolar; 114 de primaria y 37 de telesecundaria a los que la violencia dejó sin clases. Aunque en esa comunidad no ha ocurrido ningún hecho violento.
Chautipan es la comunidad de donde salieron las 17 personas que fueron privadas de la libertad entre el 22 y 27 de octubre entre las comunidades de El Epazote, en Chilapa, y Tlanicuilulco, en Quechultenango.
Sin embargo, el 6 de noviembre fueron hallados, desmembrados, once de los 17 pobladores privados de la libertad; el resto, los otros seis, siguen desaparecidos y no se sabe si alguna autoridad los busca.
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Este hallazgo ocurrió un día después de que el Ejército anunció una operación, con la participación de 400 soldados, para buscar y localizar a los 17 pobladores.
El 22 de octubre, llegaron a El Epazote dos adultos y cinco adolescentes a vender trastes. Al día siguiente otras cuatro personas acudieron a buscarlos y no volvieron.
El 27 un tercer grupo llegó a El Epazote a buscar a los primeros diez y no volvieron.
El Epazote es una comunidad que colinda con la localidad de Tlanicuilulco, municipio de Quechultenango, ese pueblo es el bastión de la organización criminal Los Ardillos, a quien el Ejército señaló haber retenido a los 17 comerciantes.
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Desde entonces, los profesores de la primaria Ignacio Zaragoza informaron a través de un documento que enviaron en noviembre a la Secretaría de Educación Guerrero, donde le notificaron los motivos de su ausencia. Dijeron que dejaron de subir por la inseguridad y también por la falta de transporte.
“No nos sentimos con la confianza y la seguridad para brindar el servicio”, dijeron los profesores en el oficio al director general de Administración y Desarrollo de Personal del gobierno del estado, Óscar Francisco Herrera Vázquez.
Los profesores también dijeron que dejarían de ir a clase porque el huracán John dañó el camino. También dijeron que volverían cuando las autoridades atendieran esas peticiones.
El 5 de noviembre, el comisario Martín Cayetano Castro y el presidente de la asociación de padres de familia, Luis Salvador Millán, enviaron un oficio a los profesores y las autoridades de la SEG. Le informaron que había acordado trasladarse a Chilpancingo para recoger a los profesores y llevarlos a la comunidad para evitar riesgos.
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Sin embargo, pidieron que los profesores tenían que quedarse toda la semana, es decir: de lunes a viernes, y ellos mismo los regresarían a Chilpancingo. Los profesores no volvieron a clases.
El 8 de enero, la gobernadora, la morenista Evelyn Salgado Pineda, estuvo en Chautipan donde entregó juguetes a los niños y niñas.
Esa fue la primera vez que la gobernadora visitó Chautipan, sin embargo, omitió la tragedia por la que pasa la comunidad, la misma que la sacó del anonimato.
Finalmente, esta semana el secretario de Educación en Guerrero, Marcial Rodríguez Saldaña, anunció la reanudación de las clases presenciales el martes 14 de enero en la escuela preescolar “Antonia Nava de Catalán”, la primaria estatal “Ignacio Zaragoza” y la telesecundaria “Rodolfo Neri Vera” de la comunidad de Chautipan.
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