Zitácuaro, Michoacán.- A raíz del asesinato de Eduardo Hernández Vera “Lalo Mantecas“, líder regional de La Familia Michoacana y el tercero al mando de esa organización criminal, la movilidad de los cárteles y sus estructuras cambiaron.
Las áreas de inteligencia federales, refieren que Lalo Mantecas fue asesinado por sus jefes y socios, Johnny Hurtado Olascoaga “El Pez” y José Alfredo Hurtado Olascoaga, “El Fresa”, líderes máximos de LFM.
Las fuentes consultadas dijeron que, con base en los informes de inteligencia, Lalo Mantecas fue citado a una reunión el 3 de junio, con los hermanos Olascoaga.
El cónclave se llevó a cabo cerca de una comunidad de Zinapécuaro, Michoacán, donde lo asesinaron, frente a los demás lugartenientes de LFM.
Enseguida de la muerte de Medardo Hernández, también fue asesinado el pasado mes de junio, Roberto N “El Jabalí”, su brazo derecho.
Lalo Mantecas, apoyado por El Jabalí, controlaba diferentes municipios de la Región de Zitácuaro, Michoacán, así como en el Estado de México y Guerrero.
El Jabalí, era identificado como el comandante táctico que por órdenes de Medardo Hernández, respaldaba la operatividad de los hermanos Correa: Daniel, Rubén, Héctor, Ramiro, Jaime y Dimas.
El Jabalí y Los Correa, son señalados de perpetrar el ataque armado en un palenque clandestino del municipio de Zinapécuaro, que dejó 20 muertos, el pasado 26 de marzo.
Las áreas de seguridad, expusieron que El Jabalí y Los Correa, tenían un objetivo común: acabar con sus acérrimos enemigos del Cártel Jalisco Nueva Generación.
Sin embargo, revelaron que ese antagonismo que sostuvo en los últimos años Lalo Mantecas, entre LFM y el CJNG, terminó con su muerte.
Explicaron que tienen elementos que confirman que los hermanos Johnny y José Alfredo Hurtado Olascoaga, hicieron un pacto de “no agresión”, con el CJNG.
Mencionaron que eso originó el rompimiento de Los Correa con La Familia Michoacana, aunque no se han declarado la guerra, pese a su acuerdo con el CJNG.
Las fuentes consultadas, aseguraron que quien ya ocupa el lugar de El Mantecas en la estructura criminal de LFM es un hombre apodado “El Colima”.
El Colima y El Fresa, están identificados también por perpetrar la segunda traición a su propia gente, pero ahora en San Miguel Totolapan, Guerrero.
Ese ataque armado perpetrado el pasado 5 de octubre, dejó 20 muertos, entre ellos, el alcalde Conrado Mendoza Almeda y su padre, Juan Mendoza Acosta.
El control del territorio
Las autoridades tienen identificados a los principales operadores criminales en esa región Oriente de la entidad.
Los informes de seguridad, señalan que, El Colima (puesto por El Fresa), controla, entre otros municipios, Tiquicheo, Susupuato, Tuzantla, Benito Juárez y parte de Zitácuaro.
Refirieron que la otra parte de Zitácuaro y Jungapeo, es controlada por William Edwin Rivera Padilla, “El Barbas”/ “El Águila y/o “El X”, del CJNG.
El Barbas, amplió en los últimos meses su red de halconeo y dominio sobre el transporte público, por lo que ya investigan a los líderes, cómplices de la organización criminal.
Las áreas de inteligencia indican que las movilizaciones de transportistas, son para sabotear los operativos de fuerzas federales, estatales, municipales y ministeriales.
Indicaron que El Barbas, está bajo las órdenes del líder regional del Cártel Jalisco Nueva Generación, José Martínez, El Primo, quien opera desde el municipio de Zinapécuaro.
Los reportes mencionan que El Primo, era el principal objetivo de Los Correa y de El Jabalí, en la masacre del palenque clandestino; sin embargo, alcanzó a huir.
Explicaron que el CJNG domina también los municipios de Epitacio Huerta, Tlalpujahua y Contepec.
En el caso de Los Correa, controlan Irimbo, Áporo y Angangueo, además que sostienen una guerra por el territorio en Ciudad Hidalgo, Ocampo, Tuxpan y Maravatío.
Apenas el pasado 5 de octubre, fue asesinado y decapitado en el municipio de Zinapécuaro, Dimas Correa, cuyo crimen se adjudicó el CJNG.
Tras la muerte de su hermano, Daniel Correa “El Tigre”, líder de esa organización criminal, sacó al jefe de plaza en la cabecera municipal de Ciudad Hidalgo, donde ya perdieron el control.
Ahora, los líderes y demás integrantes de esa célula delincuencial, están atrincherados en un rancho de San Antonio Villalongín, donde no han podido entrar las autoridades.
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rcr