Zacatecas.— El caso de la desaparición de El profe Chayo, que ha generado manifestaciones y bloqueos carreteros por parte del magisterio del pueblo de Cuauhtémoc, también ha visibilizado que esta problemática alcanzó a los municipios pequeños de Zacatecas.
Así lo confirman las estadísticas del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB). Es sabido que Fresnillo es el municipio con más casos de desaparecidos de Zacatecas, con 71, seguido de Guadalupe, con 50, pero lo alarmante es que los siguientes en la lista son municipios pequeños; Calera y Cuauhtémoc, que registran 15 y 12 casos, respectivamente, en lo que va del año.
Mientras Fresnillo tiene 240 mil habitantes y Guadalupe 211 mil, en Cuauhtémoc hay poco más de 13 mil, prácticamente una persona desaparecida por cada mil habitantes.
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Del 1 de enero al 24 de abril en la entidad suman 240 personas desaparecidas o no localizadas.
Además, en ese mismo lapso Pánuco, Trancoso, Morelos y Loreto, también municipios pequeños, han figurado en los primeros lugares en cuanto a personas desaparecidas en Zacatecas; todos ellos están ubicados en la franja centro y sureste de la entidad.
Una comunidad preocupada
El caso de José del Refugio Urrutia Aguilar, de 48 años, mejor conocido como El profe Chayo, ha consternado al pueblo de Cuauhtémoc y también ha demostrado que, aun con miedo, la gente se une y levanta la voz cuando las víctimas son ajenas al crimen.
Entrevistados por EL UNIVERSAL, algunos pobladores y maestros que viven o trabajan en el municipio de Cuauhtémoc explicaron que lo único que se sabe del caso es que la madrugada del domingo un grupo armado irrumpió en la casa del profesor y se lo llevó por la fuerza.
“No sabemos por qué se lo llevaron, no sabemos nada. No sabemos si sea porque vive cerca de un lugar donde parece que están esas personas del crimen (…) En un pueblo tan pequeño todos nos conocemos y sabemos quiénes somos. En este caso hay mucha preocupación, porque el Profe Chayo es una persona inocente, intachable, un hombre de bien. Si supiéramos que andaba en malos pasos nadie hubiera aceptado salir a manifestarse, por eso no podíamos quedarnos callados, es por la seguridad de él y de todos nosotros”, relatan.
Comentan que el profesor está convaleciente, ya que tenía poco que había salido de una hospitalización, por ello temen que su salud se comprometa, porque requiere de cuidados especiales.
Se acabó la paz en Cuauhtémoc
Cuauhtémoc tiene poco más de 13 mil habitantes que dependen de la agricultura y la industria; mucha gente va diario a trabajar a las fábricas de Zacatecas y Aguascalientes.
Algunos de los entrevistados consideran que quizá esa colindancia pueda ser el atractivo que le interesa al crimen organizado, ya que por este municipio cruza la carretera federal 45, que es la más vigilada, pero también vías estatales que conectan con los municipios hidrocálidos de Cosío y Pabellón de Arteaga.
Los pobladores reconocen que se acabó la paz, principalmente después de la pandemia (2020), porque fue cuando dejaron de ir a los cerros o a la presa a pasear, y ahora se han convertido en territorio de grupos criminales.
“Mucha gente de aquí, de San Pedro Piedra Gorda [cabecera municipal], ya no va a Río Verde porque ahí casi, casi uno tiene que pedirles permiso, porque es muy probable que uno se pueda topar con esas gentes”, señalan.
El hecho criminal que colocó a Cuauhtémoc en la escena nacional ocurrió el 18 de noviembre de 2021, cuando se encontraron 10 cuerpos, nueve de ellos colgados del puente principal de la cabecera municipal.
Algunos de los maestros entrevistados recuerdan ese suceso y que siete de las víctimas eran vecinos de la comunidad.
Los profesores dicen con preocupación que ven cómo sus alumnos han normalizado la violencia y les preocupa ver que a muchos ya no les asombra hablar de los actos delictivos.
Incluso, dicen, hay niños que en algún momento han mostrado gusto por la llamada narcocultura e interés en pertenecer a grupos delictivos, al grado de que a un docente ya le tocó ver morir a dos adolescentes que siguieron ese camino.