Veracruz.— Gaia Isabella Muñoz Paredes, quien tiene 48 años de edad, se describe como una adulta que con el tiempo ha aprendido a vivir con la incomodidad de las miradas, con el tabú de la gente al no estar acostumbrados a entender que hay una diversidad de género.

Es una mujer llena de energía, con muchas ganas de vivir y mucho amor al prójimo, siempre buscando la manera de apoyar a quienes la rodean y a su comunidad.

Hoy se siente orgullosa y llena de dicha, al ver que las nuevas generaciones tienen ya mayor apertura, más apoyo por parte de sus familias y que desde el momento en que se identifican como trans pueden comenzar a hacer los cambios que necesitan para vivir en plenitud, haciendo el qué dirán a un lado, como ella lo dice “a esta vida venimos a ser felices, así que no hay tiempo que perder”.

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“Las nuevas generaciones de mujeres trans, no digo que sea fácil, porque nunca va a ser fácil, sobre todo a una salir adelante y decir lo voy a hacer, porque yo conozco a muchas mujeres trans que no se atreven, se quedan a medio proceso por la familia, la discriminación, el rechazo, sobre todo rechazo de los padres, yo soy transgénero, porque no he hecho la transición, genitalmente no estoy operada, tengo operado el busto y otras partes de mi cuerpo pero no tengo operados mis genitales, soy un transgénero, las transexuales son cuando ya hiciste el cambio total”.

Historia

Tenía entre seis y siete años de edad cuando comenzó a ser consciente de que lo que veía en el espejo, había muchas cosas que no le gustaban. Veía a las niñas y le gustaba su cabello largo, sus zapatos, las faldas, sentía mayor afinidad con ellas, motivo por el cual fue víctima de bullying en la primaria, en la secundaria y un poco en la prepa.

Cuando llegó a la adolescencia, su familia empezó a notar que tenía actitudes afeminadas y hacían comentarios como “Luis no tiene novia”, (su nombre de varón era Luis).

“Fue ahí donde tomé la decisión de hablar con mis padres, a mi mamá sé que le dolió mucho, pero lo tomó bien, a mi papá le costó mucho más trabajo, el machismo de nuestro país es muy fuerte, el qué dirán, la sociedad. Mucha gente dice eso es una preferencia, no, no es una preferencia, yo sé que nací como hombre, pero no me gustaba lo que veía como hombre, no es una preferencia es una identidad, yo siempre sentí que era una mujer”.

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Después de estudiar Programación y Enfermería incursionó en el ramo de la belleza Foto: Patricia Morales EL UNIVERSAL
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Transición

Gaia comenzó su transición cuando tenía como 22 años, pero siempre tratando de manejarse con un “bajo perfil” para que no se dieran cuenta en sus trabajos, dice haberse “cuidado mucho”, porque ser como ella era no estaba bien visto.

Estudió Programación y Enfermería, que no pudo ejercer debido a su identidad.

Después incursionó en el ramo de la belleza, impulsada por el señor Sergio Palmer, quien notó sus habilidades y la invitó a tomar cursos como cosmiatra y maquillista.

“A pesar de que el ramo era belleza, aceptaban gays, pero trans no, como que había problemas en ciertas tiendas por cuestiones del baño, me detenían el acceso, empecé a trabajar en una estética de una amiga, como ayudante y luego puse una clínica de masajes, pero aquí por mi identidad, pensaban que era otra cosa, no lo veían como que era un masaje terapéutico, veían como si fuera un servicio sexual y por eso mejor me incliné más a lo que fue la belleza”.

Hace dos años entró en una compañía multinivel como vendedora, donde recibió todo el apoyo de su líder, actualmente ya trabaja con 18 chicas más siendo inspiración, motivándose día a día a crecer y a creer en ellas mismas, ser independientes.

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“En la empresa multinivel he sido reconocida como mujer, por mi trabajo, por mi buen desempeño, ahí nunca he sido discriminada por nadie, me tratan como lo que soy una mujer y así me tratan las chicas, como lo que ven. Hice oficial mi cambio de identidad, mi cambio de nombre ante el IMSS, ante Hacienda y ante todo. Yo no había hecho el cambio porque pensaba que ya era una mujer trans adulta, que ya para qué, pero mi líder me decía que lo hiciera por mí, que tenía que dar ese gran paso para estar más plena.

“Así que a las chicas les digo que luchen, no se dejen vencer por críticas, no se dejen vencer por el qué dirán, si tú sientes que eres una mujer trans, lucha por tu decisión, llévala a cabo, sal adelante, sé una guerrera, sé plena, sobre todo se feliz, venimos a ser felices a este mundo y si la vida, el Universo, Dios o como le quieras decir, puso aquí y te das cuenta de tu identidad, acéptala, no es nada malo, no le haces daño a nadie, simplemente vas a vivir plena, porque vas a llegar a una edad adulta y dirás lo logré, soy la mujer que siempre quise ser”, refirió.

A lo largo de los años, Gaia ha materializado sus sueños y está orgullosa ser quien es. Tiene metas a largo y corto plazo, como ampliar su negocio, ser una persona más feliz, destacando que por el momento no está en busca del amor, sintiéndose muy plena viviendo la vida como la vive.

“Así que, chicas, luchen por llegar a sus metas, a sus objetivos como mujeres trans, igual a los hombres trans, que luchen por su identidad, poder pararse al espejo y ver realmente lo que son, verse como han soñado verse, es lo que le puedo decir a la comunidad trans, luchar por sus objetivos laborales y personales y hacer las cosas bien, porque a quien hace bien, le va bien en la vida”, concluyó.

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