León, Guanajuato. — La Presa del Palote agoniza. En su centro son visibles los muros de la exhacienda de San Antonio, debido a la escasez de lluvias que desde la primavera pasada provocó el recorte de agua en las colonias del sector norte, con un panorama severo de sequía que complicará el abasto en la ciudad.
Las grietas se extienden por el lecho polvoriento, los árboles que lo rodean se marchitan y las aves desaparecen poco a poco, es un paisaje desolador que refleja la carencia de agua que azota a la región.
Los parámetros del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León (Sapal) sitúan a este municipio en un grado muy complicado en el periodo de estiaje, por las pocas lluvias de los últimos tres años.
En el corazón del embalse sobresale la estructura de la otrora iglesia del siglo XVIII que usualmente está bajo el agua; a su alrededor, un par de lancheros lanza redes de pesca.
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“Que aprovechen, ahora que llegue el calor no quedará nada”, dice Guillermina Álvarez, empleada de una tienda situada en la zona norte del Parque Metropolitano de León.
El vaso de captación está a 6% de su capacidad, con 600 mil metros cúbicos, reportó el sistema de monitoreo diario del Sapal en su registro del 8 de enero de 2024; la medición es semejante a la de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
La icónica presa llegará a su “día cero” en marzo próximo, de acuerdo con las proyecciones del organismo local. El 6 de marzo de 2023, con un nivel de 38%, dejó de surtir agua a 97 colonias. La ley federal en la materia prohíbe extraer el líquido cuando su cota llega a 40%.
María Ramos, habitante de la colonia Pedregales de la Presa, dice que ha batallado por la poca agua que llega dos o tres veces por semana. A su hermana, en Villas de San Juan, agrega, le va peor: “Allá madrugan para captarla y en ocasiones les llega una vez por semana”.
Afirma que la presión no es suficiente para que el líquido suba al tinaco y tienen que invertir en motores o bombas que la impulsen. “¿Qué vamos a hacer con la presa seca?”, pregunta.
El embalse se construyó en 1954 con una capacidad máxima de 9 millones 643 mil 230 metros cúbicos, para controlar las aguas que bajan de la sierra y disminuir riesgos de inundación tierras abajo; después, parte del líquido se destinó al consumo humano y en 1993 se integró a las actividades de recreación y deporte con el nacimiento del Parque Metropolitano de León.
Rodeada por fraccionamientos residenciales y colonias populares, es la zona tradicional donde se lleva a cabo el Festival Internacional del Globo, y sede de espectáculos artísticos.
Documentos del Archivo Histórico de León indican que la presa se ha secado en tres ocasiones: en 1967-1968, en 1999-2000 y en 2011-2012; y en la primavera de 2021 se redujo a sólo algunos charcos. “Ahora pinta que pasará lo mismo”, dice Guillermina Álvarez.
En esas ocasiones, obispos y sacerdotes llevaron a cabo misas para pedir a Dios que mandara las lluvias; chamanes danzaron ahí al ritmo de música prehispánica para recibir el favor de las divinidades: “Ahora tendrán que volver a rezar y a danzar”, agrega la comerciante.
Para el verano del mismo año, ese cuerpo de captación se recuperó en 106%, y meses después, en 2022, la Secretaría de Agricultura del Estado sembró más de 100 mil crías de tilapia para repoblar la fauna.
Hoy, de nueva cuenta, el panorama es trágico. Sin agua no hay vida, dijo Juana María, vecina de Portones del Campestre, quien dos veces a la semana acude a caminar con su mascota: “Ya ni los patos encuentran su lugar”, subrayó.
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En la zona hay 24 pescadores autorizados, pero sólo unos cuantos acuden, dice un guardia interno del parque. Ellos piden al creador que sea un año de lluvias, porque la pesca es parte de su economía familiar.
En la presa se produce mojarra, lobina y carpa. Algunos pescadores adultos utilizan cañas para sacar hasta cuatro o cinco kilos por día, pero señalan que los peces ya no se acercan a la orilla.
Planificación
La Presa del Palote es el único cuerpo de agua superficial para entrega domiciliaria en la denominada capital zapatera; abastecía a 6% de las colonias de León con 15 mil 860 tomas, a través de una planta potabilizadora, que está fuera de servicio, y aplicó un esquema de tandeo con extracción de los pozos.
La expectativa era activarla con la captación de lluvias, lo que no ocurrió: “Jamás alcanzamos allá [en la zona norte] rebasar 40% de la presa”, por eso desde esa fecha continúa el programa de tandeo de agua en esa parte de la ciudad, señaló Enrique de Haro Maldonado, director del Sapal.
La condición de la Presa del Palote es referente de la crisis hídrica que se vive en esta entidad y otras regiones de México: “Llevamos tres años con esa sequía, todo Guanajuato ha estado en sequía; se avecinan problemas fuertes seguramente en la Ciudad de México, el Estado de México y en Guadalajara, en muchas partes del país están empezando a sufrir, porque las presas, que son aguas superficiales, no llegaron ni siquiera a 50% de almacenaje”, dice De Haro Maldonado.
Marzo, abril y mayo van a ser tres meses complicados en tema de suministro de agua para un millón 800 mil leoneses, que representa 28% de la población del estado: “La gente empieza a demandar más volumen y es un volumen que no tenemos”.
“El escenario viene complicado para este periodo de calor, en el que se pronostican temperaturas de hasta 39 grados, sobre todo en mayo. Las lluvias se esperarían hasta el 5 de junio o el 1 de julio, por ponerle fecha”, dice el funcionario.
Tandeo de agua
El Sistema de Agua Potable y Alcantarillado planificó el cuidado y entrega de agua que extrae de 165 pozos, y tres de ellos que está por estrenar, a una profundidad de hasta 450 metros.
La paramunicipal apuesta al compromiso social y a la unidad de la gente en el uso de agua, que ayude a evitar fugas, hacer uso razonable y con estrategias para reusarla: “Creo en el binomio gobierno-ciudadano, si todos nos sumamos nos va a ir mucho mejor”, dice Enrique de Haro.
En campañas, Sapal apuesta a concientizar a la población sobre el buen uso del agua en casa y sobre todo la revisión de instalaciones para evitar fugas. Los programas de estiaje de 2024 continuarán con las 97 colonias, y se analiza la factibilidad o no de racionar el agua en otros puntos: “Y es que técnicamente la ciudad no está diseñada para estar cortando el agua en un lado y en otro”, señala.
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Presa con aguas tratadas
En su estrategia anual, Sapal contempla aprovechar la Presa del Palote como vaso de aguas tratadas para dotar de agua potable a los hogares del norte de la ciudad. El organismo cuenta con infraestructura y ejecutan otras obras por etapas con la meta de verter agua al embalse en septiembre próximo.
En León se consumen 2 mil 800 litros de agua por segundo, 130 litros por habitante cada día, incluidos los desperdicios. De los 2 mil 800 litros, se pueden reutilizar 400 litros, el resto se pierde en el drenaje: “Todas estas plantas de tratamiento son estaciones de recuperación de agua, las cuales ya vamos a llevar a una potabilidad, que vamos a llevar a otro nivel de pureza; digamos, la vamos a verter en la Presa del Palote y las podemos reutilizar para el norte”.
Para garantizar el abasto de consumo humano, también se perforan seis pozos más y al sur de la ciudad, que es la zona de recarga natural, se invierte en infraestructura en tuberías.