Chilpancingo.— En la fosa encontrada por pobladores del municipio de Tecpac fueron enterrados 10 mil 935 paquetes de despensas del DIF-Guerrero que, según la dependencia, se contaminaron en una inundación en agosto del año pasado.
El miércoles, el DIF-Guerrero difundió un documento donde notificó a la aseguradora ABA Seguros SA de CV el daño de 10 mil 935 despensas por una anegación en su almacén de la Costa Grande.
El documento indica que la inundación ocurrió el 9 de agosto de 2017 por las lluvias provocadas por la tormenta Henriette. La dependencia explicó que para que se hiciera válida la aseguranza, las despensas se tenían que quemar, enterrar o tapar para evitar que fueran consumidos y provocar daños a la salud.
“Para evitar un brote de epidemia al consumir productos contaminados, por lo que se alerta a la población no ingerir alimentos que hayan sido encontrados, para evitar una intoxicación y aunque la fecha de caducidad no esté vencida, los productos estuvieron en contacto con aguas sucias provocadas por la inundación”.
Sin embargo, desde el sábado hasta el miércoles los pobladores de Tenexpan y Rodesia sacaron las despensas y, en muchos de los casos, se las llevaron a sus casas, sin que ninguna autoridad se los impidiera o les advirtiera de las consecuencias de consumir esas despensas contaminadas.
El documento expone que el costo de las 10 mil 935 paquetes es de 3 millones 363 mil 699 pesos. Esas despensas serían entregadas a grupos vulnerables y para desayunos escolares.
El hallazgo causó indignación y rechazo en las redes sociales. Algunos usuarios condenaron el descuido de las autoridades por no poder preservar los paquetes. Otros condenaron que en un estado con altos niveles de pobreza y marginación se entierre la ayuda humanitaria.
El sábado 27 de octubre pasaron por la comunidad de Tenexpan cuatro camiones de carga llenos de despensas que de inmediato se dirigieron al punto conocido como Los Barrancones, en los límites de las localidades de Tenexpan y Rodesia.
A su paso, los camiones fueron dejando despensas tiradas, lo que les generó curiosidad y se organizaron para seguirlos y saber dónde llegarían.
Horas después, los pobladores no hallaron los camiones, pero descubrieron una fosa de cinco metros de profundidad y 10 de ancho donde estaban los productos, por lo que se organizaron para sacar las despensas enterradas en un terreno de la familia del director del DIF-Guerrero, Francisco Solís Solís, oriundo de Tenexpan.