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Cuernavaca.— La Glock calibre 9 milímetros utilizada para matar a dos líderes de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y herir a otro joven y a un periodista en el centro de Cuernavaca, regresó a la zona donde fue accionada por última vez para impedir el asalto a un cuentahabiente que salía de una sucursal bancaria.
La Glock es una pistola escuadra que permaneció fajada al cinto de un elemento de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Cuernavaca hasta finales de octubre de 2017, de acuerdo con el historial que tiene la Fiscalía General del Estado.
En esa fecha, citan los antecedentes, una patrulla del Mando Único vigilaba el centro de Cuernavaca y los oficiales detectaron el intento de asalto a un cuentahabiente.
Cuando los policías descendieron de la patrulla para impedir el atraco fueron atacados a balazos por el asaltante, y el oficial que portaba la Glock 9 mm repelió la agresión y logró frustrar el asalto.
El arma de color negro fue puesta a disposición del Ministerio Público junto con la que accionó el presunto delincuente como parte del protocolo que se sigue en la integración.
De acuerdo con los antecedentes, la Glock fue depositada en el cuarto de evidencias de la Fiscalía Regional Metropolitana, pero a la llegada del fiscal Uriel Carmona Gándara, en febrero de 2018, se realizó el proceso de entrega-recepción ordinario y detectaron faltantes, como extravío de armas, documentos y objetos almacenados en el cuarto de evidencias.
La fiscalía sabía que la Glock calibre 9 milímetros estaba desaparecida desde entonces; sin embargo, desconocía su paradero, por lo que ahora la dependencia investiga cómo salió del cuarto de evidencias y a los responsables de esas áreas.
Vuelve a detonar. Diecinueve meses después de su último uso, nuevamente irrumpió en el centro de Cuernavaca, esta vez para matar a dos líderes de comerciantes ambulantes.
La pistola fue empuñada por Maximiliano, de 22 años de edad, para disparar contra Jesús García Rodríguez, un empresario de la construcción y dueño de camiones de carga pesada, y Roberto Castrejón, hijo del primer secretario general sustituto de la CTM en Morelos, Roberto Castrejón Campos.
Sus balas hirieron a Rafael, hermano de Roberto, y al periodista René Pérez, camarógrafo de televisión.
Maximiliano corrió con la Glock por la parte frontal del Palacio de Gobierno y dobló a la derecha para bajar las escaleras que dan a la avenida Galeana; sin embargo, tropezó y rodó por las escalinatas. En ese momento se separó del arma.
La pistola quedó en el suelo mientras Maximiliano siguió su marcha hacia la avenida Hidalgo. Cruzó la arteria vial y al descender hacia la Plazuela del Zacate fue sometido finalmente por elementos de la policía de Morelos.
Uno de los oficiales que acudieron a reforzar la persecución de Maximiliano identificó la Glock como parte del armamento oficial. Es de la corporación, confirmaron después por el sello de la matrícula.
Así, la Glock regresó nuevamente a la Fiscalía General del Estado, donde el Departamento de Balística encontró sus antecedentes en una carpeta de investigación.