San Salvador.— Rosibel Arriaza, madre de la salvadoreña Victoria Salazar, quien fue asesinada en México, pidió ayer al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que le “tienda la mano” y le dé refugio a sus dos nietas.
Antes de viajar a Tulum, la señora Arriaza dijo que teme que a sus nietas les pase algo en México.
“Yo tengo temor de que a mis niñas les suceda algo en México y tampoco quiero traerlas a El Salvador. Quiero pedirle al presidente Biden que me ayude, que me tienda la mano y les dé refugio a mis nietas en Estados Unidos”, pidió en declaraciones con la agencia AFP.
Sobre su viaje a México, a donde se esperaba que llegara la noche de ayer, afirmó que su objetivo es ver el cuerpo de su hija asesinada y reencontrarse con sus nietas.
“Voy con la esperanza de ver a mis nietas, de consolarlas”, indicó la mujer.
La señora Arriaza precisó que el gobierno salvadoreño le ha proporcionado ayuda para poder viajar y para su estadía en este país.
“No sé cuándo voy a volver, ni si podré traer el cuerpo de mi hija conmigo al país”, sentenció.