Tuzantla.— Grupos antagónicos del crimen organizado llevan casi dos días enfrentándose a tiros y con explosivos en Tuzantla, Michoacán, y sus alrededores, sin que hasta este momento el alcalde Fernando Ocampo Mercado haya dado la cara o una explicación de lo que ocurre en su municipio.
Esto, pese a que los habitantes de Tuzantla llevan ese lapso en pánico y sin alguna ayuda de la autoridad.
“Estamos nerviosos y muy preocupados, con la angustia de qué pueda pasar con nosotros. Es desesperante, aquí vivimos al día, no tenemos alimentos ni agua, hay adultos mayores y niños. Nos preocupan estas cosas, estamos en pánico y en shock porque estamos encerrados sin poder salir, escuchando los enfrentamientos”, narró a EL UNIVERSAL un padre de familia de la localidad de Los Olivos, de ese municipio del oriente michoacano, que pidió el anonimato.
Explicó que “se escuchan detonaciones muy cerca” y que son muchas familias las que están encerradas en sus hogares con el temor de que les alcance una bala; “sólo es un momento que paran las detonaciones y al poco tiempo empiezan impactos fuertes”.
Debido a lo largo que ha sido el enfrentamiento, los habitantes no han podido salir a comprar alimentos: “con este pánico todo está cerrado y es entendible que no van a abrir las tiendas y también no vamos a ponernos en riesgo de salir”.
Además, denunció que, pese a la situación, no hay la presencia de la Guardia Nacional o el Ejército.
El choque a tiros es, de acuerdo con informes de seguridad, entre La Familia Michoacana y el Cártel Jalisco Nueva Generación, por la disputa del territorio y la ruptura de la alianza que habían hecho ambas organizaciones criminales.