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Los disparos de los fusiles de asalto han cesado en las montañas de la franja que se disputan tzotziles de Chalchihuitán y Chenalhó , pero los casi seis mil desarraigados aún permanecen en las montañas bajo temperaturas en la noche de hasta tres grados centígrados y aseguran que no volverán a sus comunidades pese a resolución del Tribunal Unitario Agrario (TUA) .
Los desplazados del otro lado de Chenalhó aseguran que no hay condiciones para regresar a sus hogares que dejaron desde hace casi un mes, cuando se recrudeció el conflicto por límites territoriales.
Incluso con la resolución del TUA que favorece a Chenalhó, los tzotziles de Chalchihuitán dicen que no cederán las tierras porque las tierras las heredan de sus abuelos y padres.
En el primer campamento de Pom, los hombres, mujeres y ancianos aseguraron que continuarán viviendo bajo los árboles, en chozas de plástico, porque creen que la resolución del TUA es “una mentira del gobierno”.
Ausencio Pérez Paciencia dice que “las tierras de Chalchihuitán no se vende y no las dejarán”, aún con el veredicto del TUA.
“Nosotros de forma pacífica vamos a tratar de recuperar lo que es nuestro; porque es de nosotros”, insiste el hombre que critica a la alcaldesa de Chenalhó, Rosa Pérez Pérez, de “engañar a su pueblo al decirle que ya ganó, pero nosotros tenemos los planos de esas tierras, de la resolución presidencial que los acredita como legítimos propietarios de 365 hectáreas.
En la aldea Namtic, de Chalchihuitán, está el segundo campamento de desplazados de Pom, con un total de dos mil 176 personas repartidos entre ambos lugares, con un total de 406 familias.
Las bajas temperaturas de hasta tres grados centígrados en estas montañas no mayores a los 800 metros sobre el nivel del mar, ha enfermado a niños y ancianos, principalmente de enfermedades respiratorias y cobró la vida de cuatro desplazados.
El agente municipal de la comunidad Pom, Manuel Pérez Girón dice que son cuatro personas desplazadas las que han fallecido en los últimos días en estas montañas, dos niños y dos ancianos y los datos ya los tiene la oficina dé Registro Civil de Chalchihuitán, “porque yo los lleve por la mañana”.
Las víctimas mortales son: Domingo Girón Luna, de 60 años; María Domínguez Gómez, de 57 años y dos niños, uno de ellos identificado como Laura Pérez Luna.
El miércoles, Pérez Gómez acudió a la ausencia del TUA número tres, en Tuxtla Gutiérrez, con la comisión del municipio de Chalchihuitán que fue invitada para escuchar el resolutivo y después del veredicto, está convencido que es solo un anuncio de carácter político.
Debido a que “el problema agrario no ha calmado”, las 406 familias seguirán en los campamentos y no volverán a sus casa en Pom, pese a las condiciones extremas en que viven en la montaña.
La tarde del jueves llegó el seminarista Francisco Lara, de la Misión de Bachajón y en la Iglesia Pentecostés de Namtic, para celebrar un culto de oración para pedir por la paz en la región, donde hombres y mujeres claman con vehemencia para pedir salud y protección de más familias desplazadas.
El pastor Manuel Pérez Girón dice en tzotzil que las familias no deben temer porque Dios está con ellos. “Jehová es mi Pastor y nada me faltará”.
En la iglesia unos 70 hombres y mujeres claman porque en Chalchihután y Chenalhó ruegan porque llegue la paz en el territorio en pleito desde hace más de 40 años.
Afuera del templo, una brigada de cuatro médicos de la Universidad Autónoma Metropolitana, que lleva varias semanas en la zona de conflicto, da consultas a los enfermos y más tarde llegan tres camionetas de la Secretaría de Salud para entregar medicinas a los enfermos.
El seminarista dice que además de alimentos, lo que se requiere en los campamentos, es plástico para armar las chozas, pero en su defecto puede ser Casas de campaña, colchonetas y cobijas.
Cae la noche e Irma Sánchez, cuatro niños y dos ancianos se congregan en una hoguera para comer frijoles y tostadas y cuando la temperatura empieza a descender ingresan a la choza.
El sacerdote de Chalchuihuitán, Sebastián López, asegura que las víctimas mortales suman nueve, la más reciente fue el fallecimiento de María Domínguez Gómez, de 57 años de edad, por una complicación de pulmonía.
Y pese al resolutivo, “sigue el desplazamiento de personas y sigue el sufrimiento y todo “depende del gobierno para que las familias retornen a sus hogares, pero si no hay seguridad, “será difícil que regresen”.
En el crucero de Las Limas, se cumplieron 24 horas desde que los habitantes de ese ejido, del municipio de Chenalhó cerraron las zanjas que habían abierto, desde que se recrudeció la confrontación con sus vecinos y ahora el tramo de ocho kilómetros que va de ese ejido a la cabecera municipal de Chalchihiuitán, se hace en 12 minutos.
En la entrada a la cabecera municipal de Chalchihuitán, un agrupamiento de la Policía Estatal Preventiva y el Ejército permanecen en un terreno cercano a Centro de Desarrollo Comunitario (Cedeco), como parte de las medidas precautorias que se aplican para mantener la paz y seguridad en la zona en disputa.
afcl