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La región de la Tierra Caliente de Guerrero está ocupada por soldados y policías desde hace dos meses cuando ocurrió la masacre en el municipio de San Miguel Totolapan, aun así, la mañana de este miércoles, un grupo armado irrumpió en el penal de Coyuca de Catalán y se llevó a un reo.
De acuerdo con el reporte de la Secretaría de Seguridad Pública de Guerrero (SSPG), alrededor de las 6 de la mañana de este miércoles, hombres armados vestidos con ropa tipo militar irrumpieron en el penal, desarmaron a los custodios y se llevaron al reo identificado como Samuel “N”.
Una de las versiones, indica que el grupo armado estaba conformado por unos 50 hombres.
El reo liberado había sido ingresado al penal un día antes y estaba acusado del delito de secuestro.
La dependencia informó que tras el rescate del reo, activaron la alerta “Código Rojo”, lo que provocó una operación policiaco-militar de búsqueda y localización del prófugo.
Horas antes, alrededor de la 1 de la mañana de este miércoles, en el municipio vecino -a menos de cinco minutos de distancia- Altamirano fueron incinerados más de 60 locales del mercado Salvador Santamaría.
Las autoridades no han informado las causas del incendio ni tampoco si tiene relación con la irrupción del grupo armado al penal de Coyuca de Catalán.
La SSPG tampoco ha informado si el grupo armado que irrumpió en el penal y rescató al reo forma parte de una organización criminal.
Sin embargo, de acuerdo a informes de la Fiscalía General del Estado (FEG), en la región de la Tierra Caliente opera la organización criminal la Familia Michoacana, con apoyo del poder político y económico de la zona.
Los líderes de la Familia Michoacana, José Alfredo Hurtado Olascoaga, El Fresa, y su hermano Johnny , El Pez, son señalados como los presuntos autores intelectuales de la masacre ocurrida el 5 de octubre en San Miguel Totolapan, también en la Tierra Caliente, donde fue asesinado el alcalde, Conrado Mendoza Almeda, su padre el ex presidente municipal, Juan Mendoza Acosta y 21 personas más, la mayoría funcionarios de ayuntamiento.
Esa vez, al municipio de San Miguel Totolapan ingresó un grupo armado conformado por 100 personas que de forma simultánea hicieron dos ataques, uno en un domicilio particular donde se reunía el alcalde junto con su equipo cercano. Y el otro en las instalaciones del ayuntamiento, el cual dejaron su fachada llena de hoyos por tantos impactos de bala.
Tras esa masacre, en San Miguel Totolapan y en gran parte de la región se desplegó una operación, supuestamente, para detener a los hermanos Hurtado Olascoaga.
Las autoridades han informado que en la región hay soldados de la Guardia Nacional y del Ejército, así como marinos y policías estatales; en total más de mil.
Desde hace más de una década, las autoridades de los tres niveles de gobierno le han cedido el control a la organización criminal la Familia Michoacana: cobran las extorsiones, así como imponen los precios de los productos básicos, pero también se han vuelto proveedores de diversas mercancías.
