Más Información
Sheinbaum es una "consumidora voraz" de información: José Merino; el tablero de seguridad, herramienta clave, destaca
Oposición tunde diseño de boletas de elección judicial; “la lista definitiva la harán Monreal y Adán Augusto”, dice Döring
Rosa Icela Rodríguez se reúne con próximo titular del INM; “arrancaremos el 2025 con mucho trabajo”, asegura
Read in English
Juchitán de Zaragoza, Oax.- Más de 11 mil kilómetros de costa y 8 mil kilómetros cuadrados de espejos de aguas de lagunas, esteros y presas, además de miles de kilómetros de carreteras, se quedarán sin inspectores durante 2020, debido a que los diputados federales eliminaron del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) los recursos destinados al programa de vigilancia de la Comisión Nacional de Pesca (Conapesca).
Anselmo López Villalobos, integrante del Comité Nacional de la Confederación de Cooperativas Pesqueras de México y Comisionado de Puertos Pesqueros del Pacífico, advierte que la industria pesquera de alta mar y ribereña enfrentará un destino incierto.
Con lápiz y papel en la mano sobre el escritorio donde se observan diminutas réplicas de embarcaciones camaroneras, López Villalobos explica que para 2020 el sector pesquero contará con mil 200 millones de pesos, respecto a los mil 700 millones que ejerció este año y los 3 mil 800 millones de 2018.
Además, señala, de esos mil 200 millones de pesos que la Conapesca ejercerá en 2020, unos 800 millones se aplicarán en salarios, combustible de los jefes y papelería. “Para el próximo año no habrá ni un peso para programas sectorizados”, denuncia.
En el país, 15 entidades costeras con vocación pesquera, como Sinaloa, Sonora y Oaxaca, que se ubican en el Pacífico, y Veracruz, Tamaulipas y Campeche, del Golfo de México, no tienen futuro. Se trata de 6 mil pescadores que laboran en unas mil 200 embarcaciones y a esa cifra hay que agregar los empleos indirectos.
Por cada pescador se añaden al menos unos cuatro integrantes de la familia que dependen directamente de esta actividad; además, le siguen los comerciantes y sus familias, cuya venta depende de las embarcaciones.
Según el presupuesto de 2020, los programas sectoriales, como los de inspección y vigilancia contra la pesca ilegal, no tendrán dinero. “¿Quién cuidará de nuestras costas, lagunas, esteros y presas en periodos de veda, si no habrá dinero para la vigilancia?”, pregunta López Villalobos.
Los pescadores de alta mar, indica, estarán durante seis meses en veda para la captura del camarón a partir de febrero de 2020. Sin vigilancia y sin inspección, se incrementará la pesca ilegal, lo más grave es que se romperá el ciclo reproductivo de las especies marinas, como camarón y peces.
Con ello, se corre el riesgo de que en las temporadas regulares de captura disminuyan en forma drástica los volúmenes de cosecha. Los pescadores temen que cada año se tendrá menos productos alimenticios por esas políticas que “sacrifican actividades productivas”, como la de la pesca.
Impuestos al diesel
Los integrantes del Comité Nacional de Coperativas Pesqueras del país adelantaron, en un comunicado, que buscarán un encuentro con el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Arturo Herrera, para proponer un nuevo esquema de estímulos y apoyos a la industria pesquera del país.
En forma particular, los pescadores de alta mar, que usan die sel marino, y los pescadores de los sistemas lagunares, que usan gasolina para sus respectivas embarcaciones, comentaron que solicitarán al gobierno mexicano que elimine el Impuesto Especial Sobre Productos y Servicios (IEPS), que eleva el precio de los combustibles como el diesel y la gasolina.
“Nosotros —insiste Anselmo López Villalobos— producimos alimentos para el país y creo que necesitamos el apoyo del gobierno federal para que al precio del diesel y la gasolina le quiten el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), si de verdad se quiere impulsar el desarrollo del sur de Oaxaca y del país con el Corredor Interoceánico del Istmo”.
De lo contrario, advierte el líder del sector, la industria pesquera de Oaxaca y del país, que juntas tienen más de 11 mil kilómetros de costa, “va a agonizar perdiendo no solamente miles de empleos, sino la soberanía alimentaria. Nuestro futuro es incierto y no sabemos qué pasará, pero no estamos dispuestos a rendirnos”.