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Culiacán.— A una semana del fallido operativo militar para capturar a Ovidio Guzmán López y de que esta ciudad se convirtiera en rehén de grupos delictivos, los culiacanenses retomaron su ritmo de vida habitual y coinciden en que han superado el miedo de transitar por las calles, gracias a los operativos de elementos de las fuerzas federales y del estado.
Sin embargo, empresarios de la zona donde el pasado 17 de octubre se concentró la violencia señalan que será tardado recuperar su clientela: “Cada vez que hay actos de violencia en ese sector, los clientes se retiran en cortos periodos, buscan otras opciones”, platica uno de los afectados, quien pide omitir su nombre.
Enrique “N” narra que ese día negro festejaban el cumpleaños de su nuera en uno de los restaurantes de carnes y mariscos, ubicado en la zona de Tres Ríos, cuando comenzaron a escuchar las ráfagas de metralletas. La familia, junto con el personal del lugar y otros comensales buscaron refugio en la cocina.
“Durante casi cuatro horas permanecimos tirados en el piso (...) pensé que no saldríamos vivos, estábamos atrapados, junto con 30 más, en medio de fuertes estruendos de armas de todos calibres, cuyos impactos deshacían los cristales y se alojaban en algunas mesas”.
Enrique, de 60 años de edad, es oriundo de esta ciudad y dice que no recuerda haber vivido un episodio similar ni haber sentido tanto miedo. Lo que era un festejo se convirtió en un día que difícilmente vamos a olvidar, comenta el empresario.
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El saldo del jueves 17 de octubre, según autoridades federales, fue de 13 muertos, 14 agresiones con armas de fuego a elementos del Ejército y de la Guardia Nacional que acudieron en apoyo de la Policía Ministerial, además de 19 bloqueos en diferentes vialidades.
El número de muertos en la cadena de enfrentamientos podría ser mayor, pero los presuntos delincuentes se llevaron algunos cuerpos, señala Carlos Alberto Hernández Leyva, subsecretario de Seguridad Pública del estado.
Paralelamente, 51 reos escaparon de la cárcel, de los que, a la fecha, 47 siguen prófugos.
En el sector comercio, los daños físicos a los establecimientos y su caída en las ventas de fin de semana provocaron una pérdida económica cifrada en 362 millones de pesos.
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Lenta recuperación
El dirigente del sector de la gastronomía en Culiacán, Miguel Taniyama Ceballos, consideró que su gremio, al igual que el del esparcimiento, como son bares y discotecas, van a tardar en recuperar su nivel de clientes, por su ubicación en la zona donde se concentró la violencia.
A su juicio, el reto que tienen estos giros ubicados en el Desarrollo Tres Ríos, donde fue el centro del fallido operativo militar que desencadenó la violencia, es trabajar con las autoridades de seguridad para devolverle a esa zona un ambiente de tranquilidad.
El gobernador del estado, Quirino Ordaz Coppel, dijo que con todos los sectores productivos, comerciales, empresariales y actores políticos se impulsó restablecer todas las actividades, con el respaldo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) que envió 427 nuevos efectivos.
Así, una semana después, la zozobra y el temor de los primeros días se ha ido disolviendo, mientras el ambiente de tranquilidad ha vuelto a sentirse en las calles y los culiacanenses recuperan la rutina de su vida.