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Villahermosa.
La pejemanía ha salvado de la quiebra a la escuela de cerámica de la Madre Muriel, en Nacajuca, la cual estuvo a punto de cerrar por problemas económicos. Sin embargo, estos problemas han quedado en el olvido, debido al éxito que les ha traido pintar pejelagartos en sus diseños artesanales.
A lo largo de 39 años, mujeres, hombres y niños de la etnia chontal y zoque se han formado en sus talleres, son artesanos que se independizaron hacia otros municipios del estado y continúan impulsando la alfarería tradicional.
El pejelagarto es un pez de escama dura y resbalosa, tiene un hocico largo con dientes afilados, es considerado un animal exótico en la cocina regional y con él, la clase política y simpatizantes tabasqueños identifican al presidente electo Andrés Manuel López Obrador.
El proceso de la alfarería comienza con el vaciado del barro en piletas con agua donde es batido y limpiado de impurezas, posteriormente, los artesanos mezclan el barro con pasta de cerámica, y continúan con el amasado durante 15 minutos, luego se moldean las piezas en el área de torno para ser sometidas al horno.
Una vez horneadas las piezas, los artesanos comienzan el diseño y pintado. “El amasado es la clave de una pieza excelentemente elaborada, en este proceso no deben quedarse burbujas de aire porque, de lo contrario, se fractura la pieza al hornearse”, puntualizó Cristóbal López, alfarero con 30 años de experiencia.
“El impacto que ha tenido ha sido positivo para la región y especialmente para este taller que ya no se da abasto”, expuso.
Charolas, floreros, juegos de té, lámparas, jarrones, platones, vajillas, son los diseños solicitados para un regalo, el negocio o la familia.
Los costos de cada pieza artesanal fabricadas en cerámica y barro, van desde los 80 pesos hasta los 11 mil pesos, como el caso de una lámpara con alegorías tabasqueñas de 850 pesos.
Las obras artesanales de este taller han llegado hasta países como Canadá, Colombia, China, España, Estados Unidos e Italia.
Rosario Prudencio y sus alfareros buscan seguir innovando y piden ayuda al gobierno para modernizar sus instalaciones. “Requerimos más tecnología para agilizar el trabajo y ahorrar costos”.