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Juchitán.— El paro de labores que se mantiene en los dos hospitales más importantes del Istmo de Tehuantepec, por falta de insumos y medicinas principalmente, ha dejado sin opciones de servicios de salud a miles de habitantes de esta región del sur de Oaxaca.
Se trata de los hospitales de Juchitán y Salina Cruz, los cuales permanecen cerrados por el paro que encabezan médicos y enfermeras que reclaman antibióticos, anestésicos, guantes, jeringas, cánulas y reactivos para los laboratorios.
En el caso del Hospital Civil Macedonio Benítez Fuentes, ayer el personal médico cumplió 13 días de paro laboral. De acuerdo con la doctora Yolanda Sánchez Ulloa, delegada sindical de los trabajadores, el personal no cuenta con los medicamentos e insumos que se requieren para el servicio diario, por lo que la plantilla laboral se declaró en “asamblea permanente”, un paro de labores en el que los servicios de salud a la población están suspendidos, con excepción del área de urgencias.
La principal demanda de los trabajadores es que se abastezca de medicinas e insumos, pues éstos se entregan a cuentagotas. “Ayer trajeron para media quincena”, precisa.
En el hospital de Juchitán laboran 388 médicos y enfermeras que todos los días enfrentan el reclamo de los pacientes cuando se les pide que compren medicamentos. “Bajo esas condiciones, no podemos trabajar. Lastimamos la economía de las familias”, añade.
Pero no se trata de la única demanda. También piden que los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) que autoricen la reparación del elevador para subir a los pacientes, el cual comenzó a fallar a los pocos meses de ser inaugurado este nuevo hospital que fue construido por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), luego de que se demolió el antiguo edificio dañado por el sismo de 2017, e inaugurado en abril pasado.
Los trabajadores explican que este elevador dañado complica su labor, pues los quirófanos están en la parte baja, por el lado de urgencias, y las camas están en el segundo nivel, y “como el edificio no tiene rampas, entonces se vuelve complicado trasladar por las reducidas escaleras a los pacientes”, señalan.
Varios problemas
La otra opción que tienen los habitantes del Istmo es el Hospital de Especialidades de Salina Cruz, pero éste también enfrenta reclamos de trabajadores desde hace tres semanas.
“En este hospital se juntaron varios problemas, pero el principal es el desabasto de medicinas e insumos”, considera el médico Lorenzo Carrasco, dirigente de la Subsección 2, que pertenece a la Sección 35 del Sindicato de Salud en Oaxaca.
A esto se suma el reclamo de 20 enfermeras, quienes exigen la salida del director Alejandro Ramírez.
En el caso de ambos hospitales, los dirigentes expusieron por separado que la respuesta oficial que se ha dado al personal inconforme es que será hasta que comience a operar el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), y el gobierno federal atienda a los hospitales de Oaxaca, cuando se regularice la situación.
Hasta abril
De acuerdo con Alberto Vásquez, delegado de la Sección 35 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSA) del Hospital Civil Dr. Aurelio Valdivieso, el más importante de la capital oaxaqueña, lo que viven los hospitales del Istmo no es aislado y la falta de arranque del Insabi ha causado desabasto en toda la red hospitalaria del estado.
El domingo, EL UNIVERSAL informó que el Insabi continúa sin entrar en operaciones en Oaxaca porque aún no están establecidas sus reglas de operación y que es probable que se prolongue hasta abril; es decir, cuatro meses después de la desaparición del Régimen Estatal en Protección Social de la Salud (REPSS) denominado también Seguro Popular.
Mientras, el Aurelio Valdivieso opera con el mismo esquema que con el Seguro Popular, tras las protestas de pacientes y familiares que durante los primeros días del año tuvieron que pagar hasta 500% o 600% más por los servicios.
“No tenemos fechas. Se habla de que en marzo o abril va a comenzar de lleno el Insabi, de momento está en reorganización”. Oficialmente, Oaxaca ya está adherido al Insabi, pero no se ha firmado la formalización del convenio.