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Tuxtla Gutiérrez.- Obispos de Chiapas denunciaron agresiones y amenazas contra el albergue "La Casa del Caminante Jtatic Samuel Ruiz García”, en la ciudad de Palenque, en el contexto actual de la migración dispersa de haitianos.
Frente a esos agravios, los ministros católicos urgieron a las autoridades competentes la aplicación de medidas cautelares para salvaguardar la integridad física de quienes sirven en ese albergue y en todos los demás de albergues de Chiapas .
"Estamos convencidos que urge unir esfuerzos para atender lo mejor posible a los migrantes con políticas y acciones claras y concretas que respeten su dignidad", subrayaron.
Los líderes religiosos expresaron preocupación de que el albergue de Palenque sea el blanco de agresiones y amenazas de "algunos actores políticos que buscan posicionarse, presionando para el cierre de este albergue, que por años ha estado atendiendo la emergencia migratoria"
Los obispos de Tuxtla Gutiérrez, Fabio Martínez Castilla y José Luis Mendoza Corzo; de Tapachula, Jaime Calderón Calderón; de San Cristóbal de las Casas, Rodrigo Aguilar Martínez y Luis Manuel López Alfaro, advirtieron que la experiencia ha "mostrado que, lamentablemente, (son) solo intereses de algunos que presionan el cierre de los albergues. Sabemos que debemos entrar en diálogo claro y respetuoso".
Esta denuncia fue dirigida al subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, Alejandro Encinas ; al gobernador Rutilio Escandón; a Rosario Piedra Ibarra, presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH); a Juan José Zepeda, presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos y al alcalde de Palenque, Carlos Morelos Rodríguez.
En el documento, consignaron que se han documentado ante la CNDH, y otros organismos de derechos humanos, evidencias de "las campañas de odio y de intolerancia xenofóbica", con las cuales han incitado, incluso, al uso de la violencia para obligar al cierre del albergue, el cual se ve como si fuera la causa de la inseguridad y "problemática social" que se vive en colonias próximas.
Por ello, argumentaron que la inseguridad y las conductas asociales derivadas del incumplimiento del reglamento para expendios de bebidas alcohólicas, que han sido la causa de las molestias de las familias de la colonia, "son responsabilidad de las autoridades municipales y sanitarias del estado, a quienes les toca velar por la paz social de la población y el cumplimiento de la ley".
Expusieron su preocupación por la integridad física y la salud emocional de la población que ha sido recibida en el albergue y de quienes lo atienden.
Entre ellas, enumeraron a las hermanas Hijas de la Caridad, quienes coordinan todo el trabajo, al equipo formado por veladores, recepcionistas, cocineras, médico, enfermera, psicóloga, paralegales, y demás personas que asisten a los migrantes en sus derechos y necesidades.
Los prelados precisaron que desde hace nueve años, de manera ininterrumpida, la Casa del Caminante, con el apoyo de instituciones como el Alto Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados (Acnur), ha realizado su labor humanitaria.
La población que se ha apoyado llega a un promedio anual de las 20 mil personas, indicaron.
Los obispos exhortaron a la población y la feligresía a la tolerancia, el respeto y la acogida ante quienes hoy sufren "esta crisis humanitaria", como tantas personas de México que se han visto desplazadas.
Esta ayuda solidaria, agregaron los obispos, se expresó con las caravanas de 2018. "La inmensa mayoría del pueblo chiapaneco es muy noble, cálido y generoso", aún en medio de su propia pobreza.
Los obispos Martínez Castilla, Mendoza Corzo, Calderón Calderón, Aguilar Martínez y López Alfaro enfatizaron su llamado a los tres órdenes de gobierno a atender "esta crisis migratoria; en ustedes, en sus manos está, en gran medida, la solución inmediata a esta situación que vivimos".
Esto, porque "han sido democráticamente electos. No le den la espalda a su pueblo, escuchen los gritos de los necesitados,Chiapas también es México", dijeron finalmente.
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