Durante el actual proceso electoral En Chiapas , rumbo a las elecciones de 2018 , el obispo saliente de la diócesis de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi Esquivel, pidió asumir una actitud crítica ante “la multiplicidad de candidatos” a diversos puestos elección popular.
“Analicemos su persona, su historia, su familia, sus convicciones, su experiencia en cargos anteriores, su honestidad, su coherencia de vida, su fe; en una palabra, su vida entera, no nos dejemos embaucar por la propaganda”, expuso el prelado en el documento “La buena política”.
Advirtió que en los últimos años, la política parece retroceder frente a la agresión y la omnipresencia de otras formas de poder, como la financiera y la mediática.
Ante esta realidad dijo que es necesario relanzar los derechos de “la buena política”, su independencia, su capacidad específica de servir al bien público, de actuar de tal manera que disminuya las desigualdades, de proporcionar un marco sólido de derechos y deberes para hacerlos eficaces.
Estamos “en plenas pre campañas electorales”, tanto para renovar la presidencia de la República , como varias gubernaturas, diputaciones y presidencias municipales, aunque “gran parte de la opinión pública del país ha expresado su rechazo y desconfianza hacia los actuales partidos políticos la forma como se maneja nuestra democracia ”.
Arizmendi Esquivel abundó que actualmente se escuchan diversas propuestas y ofrecimientos, pero mucha gente ya no sabe a quién creerle.
Las propagandas se esfuerzan por ser muy creativas, para atraer simpatizantes, pero, lamentablemente, hay quienes sólo piensan en su futuro inmediato, en un puesto seguro con cualquier partido que parezca el que tiene más probabilidades de ganar, no tanto por su ideología, por su amor a la patria.
Pareciera que la política es más una lucha por el poder y el dinero, que un servicio leal y generoso a la comunidad,pero también hay personas que acuden a los mítines sólo para ver qué les dan, o qué beneficios pueden obtener, otros apoyan acríticamente a quienes son contrarios al sistema, no importa que prometan cosas que no se pueden cumplir.
Nuevo nombramiento
Este viernes el papa Francisco nombró a Rodrigo Aguilar Martínez como nuevo obispo de San Cristóbal de Las Casas , en relevo de Arizmendi Esquivel, quien renunció al cargo el 1 de mayo de 2015, al cumplir 75 años de edad canónica para el retiro.
Al enterarse de la designación, monseñor Aguilar Martínez quien fungía como obispo de Tehuantepec, Puebla, y antes de Matehuala, San Luis Potosí, expresó su deseo de conocer y unirse al servicio establecido por el III Sínodo Diocesano y por el Plan Diocesano de Pastoral.
A la grey católica de San Cristóbal de las Casas le pidió trabajar juntos “en espíritu sinodal, como nos invita el papa Francisco, avivando la fe y la esperanza”.
Que las dificultades no nos desalienten, sino que se conviertan en oportunidades que nos forjen. Necesito de su oración, cuenten con la mía, les enfatizó.
El prelado asumirá el obispado, “ emprenderemos esta nueva etapa de la vida diocesana el 3 de enero de 2018, con la protección e intercesión de san Cristóbal mártir”.
Destacó la trayectoria de sus antecesores, “el caminar de la diócesis, con una larga historia de fe y numerosos obispos, desde el primero, Fray Bartolomé de las Casas” a los más recientes Samuel Ruiz García, Raúl Vera López, Felipe Arizmendi Esquivel y Enrique Díaz Díaz.
En un breve mensaje, el saliente Arizmendi Esquivel dijo que durante los 17 años y medio al frente de la diócesis de San Cristóbal de las Casas ha procurado mantenerse fiel a su compromiso asumido el día que llegó al obispado, de “no competir, ni a destruir, sino a complementar”.
Nunca quise competir con mi ilustre antecesor, Samuel Ruiz García.El abrió caminos que habían sido inspirados por el Espíritu Santo en el Concilio Vaticano II., agregó.
Don Samuel,subrayó Felipe Arizmendi, luchó arduamente contra persecuciones, por la defensa y la dignidad de los pueblos originarios, para que se respetaran sus derechos; promovió la paz, siempre con el cimiento de la verdad y la justicia. No se debe perder su herencia pastoral, recalcó.
msl