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Monterrey.- Después de 27 días de labores, muchas de ellas con jornadas de altas temperaturas de más de 35 grados y en ocasiones rachas de viento superiores a los 50 kilómetros por hora, brigadistas de los tres niveles de gobierno, con el apoyo de nueve helicópteros y un avión DC-10 para rociar líquidos y químicos retardantes, se logró controlar al 100 y extinguir al 98 por ciento un incendio forestal que inició el pasado 24 de marzo en la sierra de Santiago , dentro del Parque Nacional Cumbres.
Protección Civil de Nuevo León informó que al estar controlado el siniestro, que se registró cerca de la zona ecoturística de Matacanes, propició que el lunes por la tarde se llevara a cabo una reunión de transferencia de mando al municipio de Santiago, a fin de que mantenga vigilancia y realice labores de liquidación en puntos calientes de la zona montañosa.
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La liquidación del incendio estará a cargo de Protección Civil de Santiago con apoyo de dos brigadas de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), y Protección Civil Nuevo León, además técnicos en el manejo del fuego y brigadas de la SEDENA y Guardia Nacional, contando también los brigadistas con dos vehículos tipo unimog con tripulación.
Según estimaciones preliminares de PCNL, el fuego afectó unas cinco mil hectáreas en su mayoría de matorral bajo y hojarasca.
PC destacó que el fuego se combatió mediante un mando unificado que puso en operación un Sistema de Comando de Incidentes, donde estuvieron presentes entre otros, representantes de la Sedena, Guardia Nacional, Conafor, PCNL, y de varios municipios del estado.
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En total participaron alrededor de 817 brigadistas, que contaron con el apoyo de nueve helicópteros y un avión DC10. Asimismo, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) del gobierno federal facilitó un avión King Air que, operado por personal de la Sedena y de la Fuerza Aérea Mexicana, realizó bombardeo de nubes con yoduro de plata, para estimular la lluvia.
El lunes se registraron precipitaciones pluviales en la zona de Ciénega de González, dentro de la parte afectada por el incendio y se presentaron escurrimientos por las cañadas, donde se observó que el agua que corría tenía color negro, debido a la ceniza que resultó al quemarse la hojarasca y vegetación forestal.
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