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Ciudad Juárez.— “Nos llegaba el agua hasta el cuello, pero así cruzamos”, decía ayer un migrante ecuatoriano, quien aun con la creciente del río Bravo en esta ciudad fronteriza logró cruzar de manera ilegal a Estados Unidos.
Desde el 12 de marzo, el río Bravo que divide Juárez y El Paso, Texas, ha tenido creciente de agua debido a que Estados Unidos abrió las compuertas para la entrega de agua que se hace cada año a México para el riego de cultivos.
Ante eso, en la zona donde se encuentra la puerta 36 del muro fronterizo, el agua llega al límite del bordo del río, por lo que los migrantes han tenido que ingeniárselas para cruzarlo, llegar al bordo de la malla ciclónica de Estados Unidos y poder entregarse a las autoridades de la Patrulla Fronteriza.
Al mediodía de ayer, EL UNIVERSAL constató cómo grupos de migrantes originarios de Ecuador, Venezuela y Colombia se apoyaban de un lazo que los mismos migrantes habían tendido a lo largo del río en los últimos días para sostenerse, y poco a poco cruzar a la Unión Americana sin ser arrastrados por la corriente de agua.
“Llegamos caminando de Chihuahua capital y hoy nos cruzamos por aquí, con el lazo. Somos de Ecuador”, decía desde el lado estadounidense el migrante, quien iba acompañado de dos mujeres, una niña y dos hombres.
Al llegar al bordo de Estados Unidos y estar sobre la malla, se secan, se recuperan un poco y después buscan el espacio para acercarse hasta la puerta 36 del muro.
La mayoría de los migrantes que han cruzado desde el martes por esta zona, lo han hecho nadando, apoyados de la cuerda que hasta ayer seguía en el río y otros han improvisado hasta con inflables para lograr su objetivo de cruzar la frontera, incluso con el riesgo de ser arrastrados, pues muchos no saben nadar.
Aunque llegan a la orilla del río, del lado de Estados Unidos, se topan con la malla ciclónica que la Guardia Nacional de Texas ha colocado a lo largo de la frontera y que recientemente reforzó para impedir su paso.
Debido a ello, las personas deben romper la malla o escarbar debajo de esta para lograr entrar arrastrándose a la zona donde está la puerta del muro y entregarse a las autoridades.
Pese a que elementos del ejército estadounidense vigilan, los migrantes no se detienen y buscan la forma de poder trozar la malla, aun frente a los militares, y así lograr su objetivo de entrar a Estados Unidos.
En el recorrido realizado ayer por este diario se observaron mujeres, algunos menores de edad y hombres que viajaban solos.
Agua para cultivos
De acuerdo con las autoridades en Ciudad Juárez, desde el miércoles 13 de marzo fueron abiertas las compuertas de la Acequia Madre, con lo cual se recibirá agua del río Grande (su nombre en Estados Unidos) o río Bravo para el riego de cultivos como algodón, alfalfa, nogal, trigo y avena forrajera, entre otros, ubicados en la región del Valle de Juárez.
Personal de la Secretaría de Desarrollo Rural zona norte supervisó la apertura de compuertas y la limpieza de la acequia para el inicio de la recepción del agua que, a su vez, será dirigida a las parcelas de los agricultores.
Lo anterior, de acuerdo con lo establecido en la Convención de 1906 entre México y Estados Unidos.
Por ello, el agua en el río ha crecido, representando un nuevo riesgo para las decenas de personas en movilidad que buscan entregarse a las autoridades de Estados Unidos y solicitar el asilo político.