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Monterrey, NL.- Durante un cateo que inició a las 23:55 horas del miércoles y concluyó a las 05:50 horas de este jueves, personal de servicios periciales y agentes investigadores del Grupo de Homicidios de la Fiscalía General de Justicia del Estado recabaron evidencias y muestras que ayudarían a resolver el presunto asesinato de la niña Ana Roberta “N”.
La diligencia se realizó en la vivienda ubicada en la calle Vallarta 207 de la colonia Fomerrey 4, también conocida como Mujeres Ilustres, en el municipio metropolitano de Apodaca . Ahí vivía la niña con su madre, Ana Karen “N”, de 26 años de edad,y su padrastro, Homero Enrique, de 51; ambos son investigados por la muerte de la menor, que falleció a causa de lesiones que le provocaron una contusión profunda de cráneo.
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Inicialmente, la madre de la niña señaló a la policía que una persona le arrebató de los brazos a su hija en la vía pública, pero cayó en contradicciones. Más tarde, en los interrogatorios, la mujer habría confesado el delito e involucrado a su pareja.
El cadáver de la niña fue localizado en un lote baldío de colonia Praderas la Enramada, en el municipio de San Nicolás de los Garza , donde lo habrían abandonado tras privarla de la vida en la casa donde vivía.
La autopsia practicada al cuerpo reveló que la menor murió por contusión profunda de cráneo . Además se encontró evidencia de que padecía el “síndrome del niño maltratado”, pues presentaba lesiones proferidas con anterioridad a las que la privaron de la vida, y que presentaba desnutrición.
Vecinos de la pareja confirmaron a la policía el maltrato y golpes que sufría la menor por parte del padrastro y la propia madre.
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Durante la diligencia de casi seis horas se recabaron muestras y evidencias, entre las que están bolsas negras de plástico, un short de aspecto sucio con una mancha rojiza, aparentemente de sangre, así como una blusa azul y una sábana de tela en color verde y dos muestras de quimioluminoscencia, para el correspondiente análisis en laboratorio.
apr/jcgp