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Cuernavaca, Mor.- Hace dos años, Guillermo Neri Macedo, se enteró de que es nieto del General Felipe Neri Jiménez, quien participó en la Revolución Mexicana con el movimiento Maderista.
“Tengo un hijo que vive en Estados Unidos y se puso a investigar con descendientes del General Emiliano Zapata Salazar; empezaron a indagar y así es como nos dimos cuenta de nuestro pasado, de nuestras raíces”, refirió Guillermo.
Tiene 78 años de edad y hoy el Ayuntamiento de Cuernavaca lo invitó para presenciar la develación de una placa en honor de su abuelo en el barrio de Gualupita, donde nació el jefe revolucionario Felipe Neri, el 23 de agosto de 1884.
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Aunque el descubrimiento sobre su parentesco con el General es reciente, Neri Macedo dijo estar agradecido con el edil de Cuernavaca, José Luis Urióstegui Salgado por la placa alusiva a su abuelo.
Guillermo nació en la Ciudad de México y actualmente vive en la colonia Felipe Neri, barrio de San Pedro en Yautepec, donde también existe una escuela con el nombre del General.
Felipe Neri es recordado por sus actos intrépidos durante la Revolución
El cronista Valentín López González, documentó que el jefe revolucionario Felipe Neri es recordado por sus actos intrépidos en contra del enemigo. Fue hijo de Pedro Neri y Faustina Jiménez, y desde niño tuvo que dejar su ciudad natal para ir a trabajar a las haciendas como jornalero.
En la hacienda de San Juan Chinameca, una de las más prosperas y modernas del estado en aquel entonces, trabajó como fogonero y se dice que tuvo una pequeña fabrica de tabiques que le permitió tener solvencia económica, agregó el cronista.
Al iniciar la Revolución se incorporó al movimiento Maderista, el 29 de marzo de 1911, cuando tenía 26 años de edad y junto con otros de sus amigos formaron parte de un Ejército que estaba desorganizado, sin entrenamiento y poco disciplinado.
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El General Felipe Neri, abundó, participó en el Sitio y toma de Cuautla donde adquirió celebridad en dicho sitio, los Zapatistas combatieron durante seis días en contra del Quinto Regimiento de oro y al final los federales tuvieron que evacuar la ciudad el 19 de mayo de 1911 con este triunfo Emiliano Zapata obtuvo el control del estado, lo que representó la consolidación del movimiento rebelde.
Felipe fue conocido con el apodo del “El sordo Neri”, debido a que al atacar una posición enemiga durante el sitio de Cuautla uno de sus compañeros arrojó una bomba casera la cual cayó cerca de sus pies y al explotar sufrió graves lesiones y perdió un oído.
El 27 de enero de 1914, al regresar de una campaña rumbo a Tepoztlán, fue muerto por las fuerzas zapatistas de Antonio Barona Rojas, pues lo confundieron con tropas huertistas. Fue sepultado en Amatlán, municipio de Tepoztlán, Morelos.
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