La muerte de 39 migrantes extranjeros, ocurrida la noche del lunes en la estación del Instituto Nacional de MIgración de Ciudad Juárez, Chihuahua, es una tragedia que, a decir de las personas que trabajan de cerca con esta comunidad, se veía venir, aunque no en esta magnitud.
Ya, en años anteriores, hubo varias alertas de intentos de motín y fuga en la Estación Migratoria Siglo XXI, en Tapachula, Chiapas, cuando la ciudad quedó rebasada también por las olas de migrantes. Es lo que pasa cuando las autoridades permiten que las cosas salgan de control.
En Ciudad Juarez la situación se había complicado en las últimas semanas, a raíz de una nueva oleada migrante, que esta vez llegó por tren. Esto se sumó a otros factores lo que generó un clima de tensión que las autoridades de todos los niveles de gobierno no fueron capaces de manejar.
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1.- Las promesas incumplidas: La decisión del gobierno de Estados Unidos de cerrar la frontera a migrantes venezolanos para entregarse a las autoridades migratorias y solicitar asilo, fue el primer golpe.
La promesa de lograr una cita con las autoridades migratorias estadounidenses a través de una aplicación generó muchas expectativas que rápidamente quedaron rotas. La dificultad, casi imposibilidad, de conseguir una cita y el hecho que no permitiera a familias completas, fue una enorme decepción que no hizo más que alimentar el enojo de la comunidad migrante.¿
2.- Las protestas: El pasado 12 de marzo, cientos de migrantes tomaron el puente internacional Santa Fe, para exigir que las autoridades migratorias estadounidenses los recibieran para tramitar su solicitud de asilo. El puente fue cerrado cercad de seis hora, tiempo que duró la protesta. Su demanda fue rechazada. El enojo subió.
3.- Nueva oleada.- Durante marzo miles de migrantes, Venezolanos y Ecuatorianos principalmente, llegaron a diario a Ciudad Juárez. Los albergues que los reciben estaban ya saturados y los encargados ya habían alertado que se veía venir una nueva crisis, sumada a otras crisis anteriores sin resolver. Decenas de migrantes se veían en las calles durmiendo, viviendo, tratando de ganar algunos pesos para sobrevivir con sus familias, lo que generaba ya reclamos por parte de la ciudadanía. A este punto, activistas de los derechos de los migrantes insistían en que la situación era insostenible.
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La tragedia
Finalmente, el lunes 27 de enero, empleados del INM en Ciudad Juarez llevaron a cabo un operativo para retirar a migrantes de las calles. No fue el primero, en otras ocasiones se llevaron a cabo operaciones similares debido a las bajas temperaturas en la región.
En esta ocasión, 68 migrantes hombre fueron enviados a la Estación Migratoria de Juárez, a un lado del Puente Lerdo. Se esperaban que la mañana de este martes llegara un camión para trasladarlos a otros puntos del país. Los migrantes iniciaron una protesta, exigía que se les liberara. Esta mañana 39 están sin vida y 27 hospitalizados.
Que el presidente Andrés Manuel López Obrador diga que el incendio fue provocado por ellos mismos es minimizar al máximo el tema.
Otra cosa
El flujo migratorio ilegal en este país no para.
Tras el accidente de un tráiler en Chiapas, ocurrido el 10 de diciembre de 2021 y que provocó la muerte de más de 50 migrantes, el gobierno de México y otros países centroamericanos se comprometieron a trabajar para detener la migración ilegal y evitar más tragedias de este tipo.
Aquí estamos de nuevo. Las cosas no parecen cambiar.