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Ciudad Juárez.— Más de 500 migrantes de diversas nacionalidades llegaron ayer a esta frontera a bordo del tren que tomarn en la ciudad de Chihuahua.
El convoy llegó a Ciudad Juárez después de las 13:00 horas con cientos de personas —hombres, mujeres y niños— en el techo de los vagones, donde dejaron todo lo que les estorbaba para recorrer los últimos kilómetros hasta la frontera con Estados Unidos.
Algunos de ellos venían solos, pero también se veían muchas familias y mujeres con niños, que cargaban sus mochilas y cobijas.
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Los migrantes bajaron del tren a la altura del eje vial Juan Gabriel, atrás de la Fiscalía General del Estado (FGE), donde empezaron su camino a pie hasta el río Bravo, donde esperaban cruzar para entregarse a la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos y solicitar refugio.
Las personas en movilidad pedían a los juarenses agua y comida, pues aseguraban tener días sin comer y meses en el trayecto desde sus países de origen: Venezuela, Ecuador y Colombia, entre otros.
“Vamos a Estados Unidos. Venimos a trabajar”, “queremos agua”, “agua, agua”, gritaban los migrantes, que caminaban en grandes grupos en su recorrido por las calles de Ciudad Juárez.
Se trata del primer tren que llega con cientos de migrantes en al menos un mes, pues operativos del Instituto Nacional de Migración impedían que los extranjeros abordaran los vagones en Chihuahua.
Antes de su llegada, decenas de migrantes que ya estaban en Juárez se entregaron a las autoridades estadounidenses en la puerta 40 del muro fronterizo, que se ha convertido en el nuevo paso y donde hay menos seguridad de la Guardia Nacional de Texas, que está desplegada a lo largo del muro.
