Ciudad Juárez.— Muchos de los migrantes que están llegando a esta frontera en espera de poder cruzar a Estados Unidos lo están haciendo de madrugada y tratando de burlar el operativo de la Guardia Nacional de Texas instalada a lo largo del muro, para poder solicitar el asilo político a la Patrulla Fronteriza.
Algunos indocumentados comentaron que han intentado cruzar dos y hasta cinco ocasiones en los últimos días, pero en todas han sido retornados a Juárez.
“Nos toman y nos devuelven para acá, nos sacan por donde pasamos. No nos toman ningún dato”, afirmó un migrante venezolano de nombre Daniel.
Los extranjeros en tránsito pasan frío y hambre, y durante la madrugada —comentan— es cuando buscan cruzar el río Bravo para lograr entregarse a la Patrulla Fronteriza, pero su intento es fallido porque aunque pasan los retornan.
En la última semana de 2024 se ha visto un aumento de la presencia de migrantes en las calles de Juárez, quienes durante el día trabajan y esperan la noche para buscar esquivar el cerco de seguridad de las autoridades estadounidenses.
El regalo de año nuevo
“El deseo para 2025 es amanecer allá, en Estados Unidos, porque aquí en Juárez tenemos hasta el 31 de diciembre para pasar, del 1 de enero en adelante no sabemos lo que nos depara como migrantes”, comentó un venezolano quien tiene menos de una semana en Ciudad Juárez y busca poder cruzar a territorio estadounidense.
Junto con él, otro grupo de migrantes de la misma nacionalidad esperan en la zona centro de la frontera con El Paso, Texas, poder cruzar a esa ciudad antes del 1 de enero de 2025, ya que, a decir de ellos, después de esa fecha sólo hay miedo e incertidumbre sobre lo que pasará con relación a su situación migratoria y con la llegada a la presidencia de Donald Trump.
“Nosotros de verdad tenemos mucha incertidumbre es de verdad. No sabemos qué va a pasar. La intención es tratar de cruzar ya, antes de que él (Trump) tome el poder y que vaya a tomar una decisión que nos vaya a afectar a nosotros, porque lo que más queremos es lograr el sueño de todos. El mismo 31 de diciembre si nos permiten pasar, ojalá nos den la oportunidad”, comentó el grupo de migrantes conformado por mujeres y hombres que viajan solos, así como familias.
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En entrevista con EL UNIVERSAL, contaron que llegaron el 23 de diciembre a Ciudad Juárez en el tren, pese a que tuvieron problemas con el Instituto Nacional de Migración (INM), que en varias ocasiones los regresaron a Tapachula, pero volvieron a intentarlo hasta lograr llegar a esta ciudad fronteriza.
“Nos robaron mucho, las mismas autoridades, la misma Guardia Nacional. Dejamos Venezuela por la inseguridad, por las amenazas, por la violencia; solamente queremos trabajar”.
El recorrido para llegar hasta Juárez fue de aproximadamente tres meses para algunos de los migrantes, y estar aquí a metros de Estados Unidos —aseguran— son merecedores del asilo político para poder trabajar y darle un mejor futuro a sus familias.
“Queremos que nuestra voz sea escuchada, somos humanos que tenemos un sueño que cumplir, hay familia que nos están esperando y nos estamos sacrificando por ellos, por darles un mejor bienestar. Queremos trabajar, que nos den una oportunidad, que todo sea más accesible, no queremos hacerlo por la mala, comentaron.
Actualmente muchas personas en movilidad viven en las calles del centro de Juárez, donde comen lo que los ciudadanos les regalan o acuden a comedores comunitarios a solicitar ayuda. Otros limpian vidrios o realizan trabajos de un día para poderse sostener, mientras que, para dormir, algunos han tenido que hacerlo en la calle o en refugios temporales.