Disminuir la incidencia delictiva de Baja California ha sido difícil, reconoce la gobernadora Marina del Pilar Avila Olmeda, y señala que el fortalecimiento de la estrategia de seguridad de la mano de las Fuerzas Armadas, la capacitación y dignificación de las policías, así como el combate a la desigualdad para prevenir que el crimen organizado coopte a personas en condición vulnerable, serán las estrategias para que el segundo tramo de su administración convierta a la entidad en una de las más seguras del país.
“No estamos satisfechos. Vamos por más”, adelanta la morenista en entrevista con EL UNIVERSAL, en el marco de la entrega de su Tercer Informe de Gobierno.
Asegura que en sus primeros tres años al frente del gobierno estatal superó los rezagos en infraestructura y convirtió a Baja California en el segundo estado con menos pobreza. Ahora, considera que el reto es preservar el respeto por los derechos y la vida de las mujeres, continuar con la mejora de la economía y la movilidad e incrementar la inyección de programas del Bienestar.
Respecto al posible endurecimiento de políticas migratorias por el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, Avila Olmeda dice que “no hay temor” pues trabajará en coordinación con el gobierno federal para generar medidas emergentes empáticas y humanitarias en caso de que ocurra un nuevo cierre de fronteras o deportación masiva.
¿Cuál diría que es, hasta ahora, el cambio más importante para Baja California?
—En primer lugar, la inversión pública que hay hoy en Baja California, que es histórica en distintos rubros. Uno de ellos, y quizá para mí el más importante, es el que hemos hecho en apoyo a programas del Bienestar que nos permitieron disminuir la pobreza en el estado. Somos la segunda entidad federativa en el país que más disminuyó las condiciones de vulnerabilidad de las personas en situación de pobreza. Vamos por más.
Mi meta es que logremos hacer que Baja California sea el primer estado sin pobreza extrema. Invertimos arriba de 10 mil millones de pesos. Tenemos el programa Pancita Llena y el Corazón Contento, también la Tarjeta Violeta, entre muchos otros. Al mismo tiempo, tenemos una inversión muy similar en obra pública, en infraestructura; en obras hídricas invertimos cerca de 12 mil millones de pesos.
Usted trabajó muy de cerca con Andrés Manuel López Obrador y ahora trabajará con la presidenta Claudia Sheinbaum, ¿qué espera de esta relación?
—Para mí es un verdadero honor haber gobernado Baja California en mis primeros tres años con el mejor presidente que ha tenido nuestro país, el licenciado Andrés Manuel López Obrador, que ciertamente apoyó muchísimo a Baja California, y es un gran honor para mí poder gobernar la última etapa con la primera Presidenta de México, eso me llena de orgullo y estoy convencida que se van a seguir impulsando proyectos de gran calidad.
Baja California tiene un alto índice de feminicidios, hoy que hay dos mujeres en el poder, ¿cómo combatirán la violencia de género?
—Este es uno de los grandes retos. Cuando yo llegué al estado ya teníamos una alerta de género y es una de mis principales tareas, el sentar las bases para sacar a Baja California de esta alerta de género.
Hemos trabajado con mucha coordinación con el gobierno federal. Logramos una disminución importante en la incidencia delictiva. Sin embargo, no estamos satisfechos porque Baja California tenía una incidencia delictiva muy alta y nos ha costado mucho trabajo, pero hemos logramos una disminución importante en los delitos de alto impacto, en homicidios, en delitos patrimoniales también, que competen al fuero común.
Seguiremos reforzando la estrategia de seguridad, trabajando en la prevención, en combatir las causas que generan desigualdad y que generan criminalidad.
Al norte del país le duelen los problemas de seguridad y desaparición, ¿qué planteamientos tiene al respecto?
—Trabajaremos en la prevención, vamos a seguir trabajando con las fiscalías, la Fiscalía General de la República (FGR) porque muchos de los delitos, quizá arriba de 95%, son del fuero federal.
Seguiremos trabajando con la Sedena, con la Secretaría de Marina, con la Guardia Nacional que nos ha apoyado muchísimo.
No es un secreto para nadie que tenemos un déficit de policías municipales y de fuerzas de Seguridad Ciudadana, pero hemos hecho un gran esfuerzo y lo vamos a continuar hasta el último día de nuestro gobierno con incrementos presupuestales necesarios para tener mejores policías, mejor equipamiento y que estén mejor pagados.
Con el triunfo de Donald Trump, ¿qué expectativas tiene para la relación en la frontera?
—Nosotros vamos a seguir en coordinación con las autoridades fronterizas y federales. El tema migratorio no lo vemos como un problema, sino como un fenómeno que se vive en las ciudades que tienen frontera y, en ese sentido, hemos buscado siempre las políticas y las prácticas para incluir a los migrantes en la actividad laboral, económica y social de Baja California.
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Trump amenazó varias veces con cerrar las fronteras y con deportaciones masivas, ¿cómo hará frente a esto?
—Ya lo decía la Presidenta, que se van a fortalecer los consulados en Estados Unidos, y yo creo que habrá una buena comunicación como ya la hubo antes. No es la primera vez que Trump es presidente de Estados Unidos y, en su primer mandato, hubo una excelente coordinación con el gobierno de México, por eso estoy segura que va a ser exactamente igual.
Por otro lado, nosotros como entidad federativa, seguiremos con políticas de protección a las personas en el contexto de movilidad humana.
Finalmente, gobernadora, ¿cuáles son otros retos que enfrenta para esta segunda parte de su administración?
—Sin duda, creo que la meta principal es justamente lo que comentábamos, sacar a Baja California de la pobreza extrema. Que no exista pobreza extrema es una de mis principales metas para estos próximos tres años, y es posible porque ya logramos una disminución de 10%.
También es seguir combatiendo la violencia y las desigualdades en Baja California.