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Reynosa, Tamaulipas.-
Guillermo Arredondo ha visto entrar por las puertas del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) en Reynosa, a pacientes sin poder respirar, a punto de morir por el Coronavirus y tras los cuidados de doctores y personal de salud, salen por la misma puerta totalmente recuperados.
Este residente de conservación y mantenimiento, cuenta como todo el personal ha pasado días sin descanso, muchos de ellos, se han contagiado, algunos han logrado salir adelante y otros, han perdido la batalla.
Hoy, Guiilermo fue de los primeros en ser vacunados contra el Covid y asegura estar contento porque el personal de primera línea está siendo inmunizado ya que no desea, que más compañeros pierdan la vida.
"Me siento bien después de la vacuna, estoy tranquilo, no tengo ningún síntoma adverso, sólo el mismo dolorcito en el brazo que me generó la vacuna de la influenza hace meses", comenta Guillermo.
La vacuna dice, no los hará sentirse inmunes al virus, pero sabe que estará protegido, al igual que sus compañeros.
"Mínimo ya sé que en mi sistema inmunológico tengo un apoyo que ayudará a evitar futuros contagios o si me contagio, que sea igual que en esta ocasión leve y sin pasar a mayores".
Guillermo, hace algunos meses se contagió de Covid, cuenta que fue un paciente asintomático, por lo que sólo tuvo que seguir las indicaciones médicas para ser dado de alta, por lo que ahora, dedica su tiempo al hospital y a aprender de sus compañeros.
"La entrega de los compañeros médicos y enfermeros Covid que están atentos y atendiendo a los pacientes es muy gratificante, te enseña a ser más humano y a ayudar a los demás sin importar que te puedas contagiar, como fue mi caso que al mover a un paciente sin saber que era positivo Covid. Estuve en diciembre fuera de circulación por quince días. No lo lamento, alguien en ese momento necesitaba apoyo y sé, que posiblemente si yo lo llegase a necesitar, alguien estará para mi".
Destaca que a pesar de que a diario, personas contagiadas libran la batalla contra el Coronavirus, existen otros, que no pueden hacerlo y eso, como personal de salud, los hace sentirse tristes.
"Por más que los compañeros hacen lo posible por sacarlos adelante ya no se pudo hacer más, si el tratamiento inicia tarde, bajan las posibilidades de superar la enfermedad.. Tenemos anécdotas de varios pacientes, mencionar a alguno sería dejar atrás o a un lado a los demás.
Yo no entro todos los días al área Covid, pero cuando estoy apoyando dentro cambiando un tanque de oxígeno o ayudando a algo como mantenimiento, paso, los veo. los saludo, les echo porras para que salgan pronto. Sus familiares están afuera esperándolo, posiblemente no saben quién soy, porque voy con mi equipo, pero son palabras de aliento que cuando uno está en cama nos caen bien".
Esta pandemia asegura, le ha dejado grandes enseñanzas, así como el reto de dedicar más tiempo a sus semejantes y estar atento a cualquier detalle en el plano laboral.
"Me exige más tiempo de estar pendiente del hospital, del oxígeno que es lo más importante, que no falte ya que es vital y es imperativo estar atento a eso. Si llega a faltar puede causar pérdida de vidas; en lo personal, pues limita un poco mis actividades me exige cuidar más a la familia y a mi pareja".
Al cuestionarle qué opina de todas aquellas personas que consideran que el Coronavirus no existe, responde:
"Seguirán sin creer hasta que no se contagien. El consejo es cuidarse, utilizar cubrebocas, guardar la distancia, y cuidar a su familia ya que se recupera lo material, pero no recuperaremos a nuestros seres queridos que pierden la vida ante este virus".