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Culiacán, Sin.- La desaparición forzada de su hijo, Reyes Josima, policía municipal de Culiacán, sacado de la casa donde vivía, por hombres armados, en enero del 2017, convirtió a María Isabel Cruz Bernal, en una nueva rastreadora que no descansa en su búsqueda, su tarea la llevó a obtener la medalla de honor “Norma Corona Sapién” que otorgo el Congreso del Estado.
En el salón de sesiones del Poder Legislativo, los canticos de los diversos colectivos de búsqueda presentes , de “hijo escucha, tu madre está en la lucha” y “vivos se los llevaron, vivos los queremos, la luchadora social y rastreadora fue homenajeada.
Previo a la entrega de la medalla “Norma Corona Sapien “, los diputados y asistentes al homenaje de María Isabel, guardaron un minuto de silencio, por la reciente muerte de hijo Ángel Tomas, de un largo padecimiento de salud.
En el marco de la celebración del Dia Internacional de la Mujer, el Poder Legislativo le rendió un reconocimiento a María Isabel que tuvo que dejar su hogar en el estado de Oaxaca, para emprender la búsqueda de su hijo, privado de su libertad por personas armadas, en presencia de su hermano, menor que él Ángel Tomas, el cual no pudo evitar que se lo llevarán.

A ocho años de la desaparición de Reyes Josimar”, no solo formó el colectivo de búsqueda, denominado “Sabuesos Guerreras”, sino que mantiene su empeño por capacitarse en temas antropológicos y forenses y en participar en diversos foros nacionales e internacionales.
La señora Cruz Bernal, nacida en el estado de Oaxaca, donde residía, tuvo que abandonar su hogar y trasladarse a Culiacán, al conocer que la tarde del 26 de enero de 2017, hombres armados penetraron al hogar de este y en presencia de su hermano, Ángel Tomas, se lo llevaron.
Para ella, la búsqueda del mayor de sus hijos que a los 23 años de edad, con estudios de bachillerato, causo alta en la Policía Municipal de Culiacán, se convirtió en la prioridad de su vida, por lo que hurga entre cribas, en las riberas de ríos y entre el monte, indicios de fosas clandestinas.
A lo largo de ocho años, convertida en una rastreadora, junto con otras mujeres que sufren el flagelo de la desapariciones de sus familiares, en poco más de cinco ocasiones, a sido victima de amenazas por buscar entre las fosas clandestinas a su hijo Reyes Josima.
Junto con el colectivo que fundo de “Sabuesos Guerreras”, se afán por hallar a las victimas de las desapariciones forzadas, han logrado descubrir cuerpos sepultados en forma clandestina, cuyas identificaciones han permitido a sus familias descansar en sus búsquedas y darles una humana sepultura.
LL