Pachuca.— Si bien las de los últimos meses trajeron devastación para algunos municipios de , para el campo fueron benéficas, puesto que revirtieron la sequía que se agudizó desde hace dos años y la cual aún se resentía en el estado durante el primer semestre de 2025, con 15 municipios anormalmente secos.

Actualmente los 84 municipios de la entidad se encuentran fuera de cualquier categoría de sequía, lo que se traduce en un beneficio para el campo, donde las precipitaciones han generado menores costos de producción, además de que se espera un incremento de las cosechas y una mayor tecnificación.

De acuerdo con el Monitor de Sequía en México de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), a partir de julio pasado las lluvias revirtieron la situación al darse un acumulado a septiembre de 130.1 litros por metro cuadrado, con un total de 600.8 litros por metro cuadrado acumulado, lo que permitió que los 84 municipios estén declarados fuera de riesgo de sequía. Las lluvias también beneficiaron el almacenamiento de las presas, que se encuentran incluso arriba de su capacidad.

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La lluvia permitió a los campesinos comprar menos vales de riego, que muchos no pueden pagar. Foto: Dinorath Mota / EL UNIVERSAL
La lluvia permitió a los campesinos comprar menos vales de riego, que muchos no pueden pagar. Foto: Dinorath Mota / EL UNIVERSAL

La presa Taxhimay, que puede guardar 39.9 millones de metros cúbicos (m³), registra un almacenamiento actual de 39.914 millones de m³, es decir 100%.

Otra de las presas que también ha superado su límite de almacenamiento es la Endhó, con 182.9 millones de m³ de capacidad y un registro actual de 184.037 millones, 101.6%, con un derrame de 10.21m³ por segundo. En tanto, la presa Requena registra 100.04%; la Rojo Gómez, 98.9%; Vicente Aguirre, 89.9%, y La Esperanza, 100%; la hidroeléctrica Zimapán alcanza 99.7%. No obstante, el campo no debe depender sólo de las condiciones climáticas, por lo que es indispensable impulsar la tecnificación agrícola.

Tecnificación

El programa federal de tecnificación de riego que se realiza en 10 estados, incluido Hidalgo, es una de las opciones que tienen los campesinos para mejorar el rendimiento de sus tierras, con un ahorro considerable de agua.

En los laboratorios de la Universidad Politécnica de Francisco I. Madero, en el municipio con mismo nombre, un grupo de ingenieros que trabaja en el programa de tecnificación realiza un muestreo de las tierras de Progreso para conocer el porcentaje de agua que se debe utilizar para riego, a partir de la textura del suelo, el pH, la conductividad y la densidad, para evitar depender en mayor medida del estiaje o de las lluvias constantes.

Este año la abundancia de agua ha generado que los campesinos puedan tener el volumen necesario para los cultivos, pero es justamente la tecnificación la que pretende eficientar los recursos hídricos que se almacenan en las presas.

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La Universidad Politécnica de Francisco I. Madero analiza cómo eficientar el uso de agua de riego. Foto: Dinorath Mota / EL UNIVERSAL
La Universidad Politécnica de Francisco I. Madero analiza cómo eficientar el uso de agua de riego. Foto: Dinorath Mota / EL UNIVERSAL

Según los ingenieros Gumercindo Colón, María de la Luz Galván Tovar y Omar Porras, se mantienen trabajos en los tres distritos de riego de esta entidad: el 003, que corresponde a Tula; el 112, a Ajacuba, y el 100, a Alfajayucan. En total, son alrededor de 90 mil hectáreas las que se siembran en estos distritos de riego. La mayor parte de los cultivos se concentran en maíz, alfalfa, avena, chile, frijol y calabaza, que requieren alrededor de siete y ocho riegos, y si hay lluvia se reducen a cinco.

Indicaron que la tecnificación ayudará a ahorrar agua, ya que actualmente se pierde 40% antes de llegar a las parcelas, y si no hay lluvia se limita el líquido a repartir entre los campesinos, afectando principalmente a quienes siembran forraje, pues se da prioridad al maíz.

Con los estudios de este programa, destacaron, se utilizará únicamente la necesaria para riego, y con ello se evitará el estrés de las plantas, además de generar un ahorro y una mayor productividad. En el proyecto de tecnificación también participan otras dependencias, como la Secretaría de Obras e Infraestructura, que está a cargo de la nivelación de las parcelas y de las 90 mil hectáreas que hay, y se espera que 30 mil resulten beneficiadas.

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Los ingenieros señalaron que en este momento están en la fase de diagnóstico de la tierra, además de que brindan asesoría a los campesinos. Prevén que los resultados sean positivos para el campo local, al evitarse la erosión del suelo con el descontrol en el uso del agua. En el primer año está previsto que el rendimiento aumente 10% y, al término, entre 30% y 40%. A diferencia de años pasados, este 2025 las lluvias han evitado que los campesinos se disputen el agua que llega a las presas, pero recalcaron que es necesario que los ejidatarios cuenten con los conocimientos para utilizar el volumen de agua necesario y no depender de la variación del clima.

Los beneficios

Progreso es un municipio que pertenece al distrito de riego 003 Tula, donde los productores poseen entre una y tres hectáreas de tierra. La pulverización es uno de los principales problemas que enfrentan los campesinos en Hidalgo, pues impide que vivan de la siembra; por ello, siempre requieren una segunda opción de trabajo para sostener económicamente a sus familias.

El ejidatario Nicolás Leonel Oviedo Monroy dijo que las lluvias han sido benéficas para las parcelas, ya que no han enfrentado contratiempos con los riegos, como ocurrió en otros años. Actualmente cuenta con una hectárea sembrada de maíz, y añadió que para ello requiere alrededor de 40 mil pesos en gastos de riego, semilla y maquinaria para producción y cosecha. Su rendimiento, señaló, es de unas 10 toneladas, que se cotizan en alrededor de 7 mil pesos.

Con estos costos y producción, advirtió, la tierra se siembra más por amor que por negocio.

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En el mismo sentido se expresaron Mariano Porras e Inocencia Cervantes López, quienes afirmaron que el campo ha estado históricamente abandonado. Sin embargo, este año el agua no ha escaseado y han recibido mayor apoyo, pues además de contar con asesoría técnica se implementó un programa de desazolve y limpieza de canales y canaletas, lo que disminuye filtraciones y asegura mayor disponibilidad del recurso para todos.

Este año las lluvias también han permitido reducir la compra de vales de riego, que usualmente son siete, pero al haber precipitaciones se ahorran al menos dos.

En promedio, los pequeños productores invierten 40 mil pesos en siete meses de cosecha y obtienen 70 mil pesos —30 mil pesos de ganancia en siete meses.

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Existen dos ciclos de cultivo: primavera-verano, de siete meses, principalmente de maíz; e invierno, de cuatro meses, el cual está destinado al forraje.

Inocencia Cervantes, quien además de productora es tesorera de la Comisaría Ejidal de Progreso y jubilada como maestra, lleva más de ocho años dedicada al campo. Indicó que no ha enfrentado discriminación como mujer, aunque hay trabajos pesados que debe pagar, lo que reduce sus ingresos.

Lo más difícil, aseguró, es el riego y la vigilancia para evitar robos, que aumentan durante la maduración del maíz. Aun así se mostró agradecida por las lluvias, que redujeron gastos y mejoraron la producción.

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En este distrito también se encuentra Enrique Rubio Hinojosa, médico veterinario que se dedicó al campo al no encontrar estabilidad económica en su profesión. Explicó que su terreno de 2.5 hectáreas ya fue nivelado, lo que permitió reducir el volumen de agua de riego, y espera comprobar un mayor rendimiento en la cosecha de noviembre.

En su caso, los riegos pasaron de siete a cuatro, con un ahorro de 3 mil pesos, en tanto que su producción es de unas 13 toneladas de maíz.

Rubio destacó que al tener terrenos propios su ganancia es de cerca de 30%.

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Sin embargo, advirtió que la mayoría de sus compañeros no puede subsistir de la siembra, aunque dada la falta de empleos dependen de la tierra y del agua, ya sea de lluvia o de riego. En su caso, la tecnificación le permitió reducir de entre 24 y 32 horas de riego a 18, lo que implica ahorro de tiempo y recursos.

Concluyó que en el campo el agua es fundamental, por lo que este año lluvioso representa un respiro tras la prolongada sequía.

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