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Irapuato.— Al realizar un operativo de revisión en los centros de rehabilitación llamados “anexos”, elementos de Seguridad Pública aseguraron dos armas de fuego y cartuchos útiles en un establecimiento, y detectaron condiciones insalubres en otros.
El operativo sorpresa arrancó el lunes pasado, con la participación de la Guardia Nacional, Fuerzas de Seguridad Pública del estado y de Seguridad Ciudadana y Ordenamiento Territorial.
Tras la masacre de 27 personas en el anexo Recuperando mi Vida, en la comunidad de Arandas de Irapuato, el alcalde Ricardo Ortiz Gutiérrez ofreció trabajar en la regularización de los centros de rehabilitación para adictos, ya que indicó que sólo hay tres anexos regularizados, 15 más se encuentran en proceso de ponerse en orden y 29 funcionan al margen de la ley.
En las inspecciones se requiere que los responsables de los anexos muestren la documentación de uso de suelo y se revisan las condiciones de los inmuebles y los permisos para operar como centros de rehabilitación.
El gobierno municipal señaló que durante el operativo conjunto, el encargado del Centro de Internamiento de Alcoholismo y Drogadicción de Irapuato (CIADI) entregó a la Policía Municipal de Irapuato dos armas de fuego que tenía resguardadas.
Se trata de una pistola calibre 9 milímetros de uso exclusivo del Ejército, un revólver y más de 80 cartuchos útiles. El responsable fue detenido y puesto a disposición de la Fiscalía General del Estado.
