.- La presidenta de la Comisión de Salud del Estado, diputada Viridiana Camacho Millán, dijo que las jóvenes que desean perder peso y mejorar su figura, deben investigar si las clínicas estéticas y su personal estan certificados, para que no se vuelva a repetir el caso de la joven Paulina “N” que falleció a causa de una mini lipo .
A través de los Colegios Médicos o de la Secretaría de Salud se puede consultar si los negocios que ofrecen tratamientos de belleza o mejorar la figura, cuentan con instalaciones con registros y licencias de operación y si su personal médico está certificado.
Camacho Millán externó que personas que no tienen la profesión de médicos, sólo toman cursos de tres meses y se promocional como especialistas en la belleza, con lo que exponen en forma criminal la vida de las jóvenes que acuden con ellos.
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La Secretaría de Salud del Estado debe revisar todas las clínicas estéticas y negocios similares, donde se ofrecen tratamientos de belleza, para verificar si cuentan con permisos, licencias, la acreditación profesional de su personal, a fin de evitar que sigan continuando los fraudes y se ponga en riesgo la vida de las jóvenes que desean mejorar su figura.
Personal de investigación y peritos de la Fiscalía General del Estado ubicaron la supuesta clínica estética, en la que le practicaron una mini lipo a la joven Paulina “N”, de 26 años de edad, estudiante universitaria, la cual falleció días después, por daños en el páncreas y perforación del intestino.
En el lugar , se encontró el local cerrado con cadenas, abandonado, con algunos muebles, tipo consultorio, sin ningún logotipo que identificara que operaba como una clínica de cirugía estética.
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Las autoridades judiciales, hasta el momento, no han logrado ubicar a la doctora Amayrani “R” , identificada como la responsable del la cirugía estética, la cual no cuenta con la especialidad para ejercer dichos tratamientos.
En el sepelio de la joven Paulina “N” , madre de una menor de edad, su familia relató que el día 9 de febrero acudió a practicarse un proceso para reducir grasa de su abdomen, con un costo de 45 mil pesos; dos días después tuvo que ser internada en el Hospital Regional número Uno del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Al reclamarle que el tratamiento había afectado a la joven, la doctora Amayrani “R”, les restituyó en dos entregas el dinero que le habían pagado y ya no volvió a aparecer.
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